El Real Madrid continúa trabajando en la planificación de la plantilla de cara a la próxima temporada. Numerosas caras nuevas inyectarán savia renovada al proyecto blanco para los próximos años, pero todas tienen un denominador común: futbolistas de gran vocación ofensiva. Algo para lo que Zidane tendrá que desplegar sus mejores dotes para confeccionar un equipo equilibrado.

Las incorporaciones ya cerradas de Militao, Rodrygo y Jovic, se van a unir a la casi confirmada llegada de Eden Hazard al Real Madrid. Caso similar a lo que podría suceder con Mendy, Eriksen, Neymar o Mbappé con los que el club trabaja en extensas negociaciones de tanteo. 

Todos estos futbolistas se caracterizan por tener una gran predisposición para el juego de ataque. En situaciones ofensivas es donde ofrecen sus mejores cualidades futbolísticas. Caso similar a lo que ocurre con otros futbolistas de la primera plantilla blanca, a los que se sumaran los nuevos fichajes. Los  Vinicius, Benzema, Asensio, Modric, Marcelo o Ramos son jugadores con alma ofensiva. Esto deja entrever que el nuevo Real Madrid de Zidane será un equipo eléctrico, vertical y con gran presencia en el juego de ataque. 

El reto: buscar que el Madrid no se rompa en los partidos

Esto da lugar al que puede ser el gran reto que Zidane tendrá por delante en su nuevo proyecto: confeccionar un equipo equilibrado que no cree quebraderos de cabeza en defensa. El técnico francés deberá retomar el dilema que ya tuvo hace varias temporadas con la ahora extinta 'BBC'. El equipo se rompía en numerosas fases del partido con Benzema, Bale y Cristiano en el tridente de gala del ataque blanco. Algo que el francés no querrá volver a vivir en su nuevo proyecto.

Para ello la destreza de Zidane desde al zona técnica será vital para el devenir del Real Madrid. El técnico francés tendrá la oportunidad, y casi la obligación, de sacar a relucir sus mejores habilidades como entrenador, ya que dispondrá de un grupo de futbolistas muy diversos y polivalentes, que ofrecerán multitud de variables tácticas para afrontar los partidos. 

El técnico ya consiguió estabilizar al Real Madrid durante su anterior etapa en Concha Espina. Zidane hacia gala de su versatilidad táctica y, aunque tenía preferencias, no se cerraba a un solo esquema de juego. Cuando el partido permitía que el Real Madrid se desbocase en ataque, con un elenco muy ofensivo, el francés daba a su plantilla ese gusto. Sin embargo, si el encuentro exigía de mayor rigor, Zidane apuntalaba su alineación con mayor consistencia táctica. 

Zidane apuesta por futbolista físicos para equilibrar su equipo

Esta dinámica se reflejaba con jugadores como Lucas Vázquez, Casemiro o Kovacic. Futbolistas que aportaban al equipo un gran trabajo defensivo y estabilizador durante los partidos. Una razón por la que Zidane quiere seguir contando con Fede Valverde en su plantilla, ya que el uruguayo es un pulmón para sus compañeros desde la medular. 

Esto también se refleja en el férreo interés del técnico francés en el fichaje de Pogba. El centrocampista del Manchester United se caracteriza porque, a pesar de su alta vocación ofensiva, es un jugador que destaca en el despliegue físico. El galo aporta carácter y es un portento en la medular, algo que ha demostrado en Inglaterra y con su selección. Una razón de peso que ha hecho que Zidane quiera contar con Pogba para intentar equilibrar su nuevo proyecto. 

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