Si por algo ha desatacado Zinedine Zidane en su etapa como entrenador es por su perfecta comunión con los futbolistas. Por muy alto que sea su enfado, siempre da la cara por sus pupilos. Esto ha sido una tónica habitual tanto cuando cogió las riendas del equipo en enero del año 2016 como, más recientemente, el pasado mes de marzo. El francés sabe como nadie lo que es pertenecer a un vestuario de élite y cómo mantener el buen ambiente hasta en los momentos más complicados.
Después de acabar la pasada temporada lejos de los objetivos, en un curso en el que estuvo más presente la inestabilidad que la victoria, el Real Madrid comenzaba la preparación de la 2019/2020 con esperanzas renovadas. Se había hecho gran parte del trabajo en materia de fichajes y la 'Operación Salida' se estaba llevando a cabo paso a paso. La estancia en Montreal invitaba al optimismo, pero la International Champions Cup ha supuesto un jarro de agua fría.
El 3-7 ha dejado dolido al vestuario, que ha abandonado Estados Unidos con más sombras que luces. No se esperaba un resultado tan abultado frente al Atlético de Madrid y es que tan solo en los primeros 45 minutos, los blancos ya caían por 0-5 en el MetLife Stadium de Nueva Jersey. A ese resultado hay que unirle la derrota frente al Bayern Múnich y que aunque al Arsenal se le ganó en los penaltis, se comenzó perdiendo por 0-2.
Sin embargo, desde el vestuario se ha mandado un mensaje tranquilizador. Se está trabajando bien y la próxima temporada apunta a ser muy buena. Al menos eso es lo que se sigue creyendo en el Real Madrid. Los resultados no echan por tierra el ánimo de unos futbolistas que no quieren repetir lo sucedido el curso anterior. Para intentar revertir la situación disponen, en primer lugar, de la unidad, y en segundo de los inminentes compromisos que pueden hacer olvidar lo sucedido en EEUU.
Una piña
Quedan menos de tres semanas para que dé comienzo una nueva edición de La Liga. El Real Madrid debutará ante el Celta de Vigo el sábado 17 de julio, pero antes debe hacer frente a varios compromisos. El primero ante el Tottenham este mismo martes en la Audi Cup. Para no repetir los errores vistos durante la también conocida como la 'Champions del verano¡, cuerpo técnico y vestuario han formado un bloque indisoluble. Todos a una.
Zidane no dudó en volver a dar la cara por sus pupilos una vez estuvo ante los medios de comunicación tras el derbi contra el Atlético de Madrid. Así, el técnico galo volvió a demostrar que cuerpo técnico y plantilla forman una piña frente a las adversidades. Ante la pregunta de si sus jugadores le estaban fallando, Zizou se mostró contundente: "No, nada". "Estamos preparando una temporada y estar tranquilos. Hay que estarlos el 17 de agosto, con el primer partido de Liga. De momento nos han faltado cosas esta noche seguro", sentenció el francés.
Sin embargo, y pese a las críticas que han cosechado y los dardos que se están lanzado a Zidane, los futbolistas blancos le devuelven ahora la defensa. Así lo dejó claro Sergio Ramos después de la debacle frente a los de Simeone: "El míster está contento y orgulloso de cómo hemos trabajado aquí después de una temporada muy dura en lo físico, poco a poco nos encontraremos mejor. El equipo está bien trabajado".
El punto positivo de este último año en el que las alegrías no han sido parte del día a día es que no hay divisiones interiores como en etapas anteriores. Los futbolistas van a muerte con Zidane, quien debe encontrar un once titular, levantar el ánimo de los suyos tras la grave lesión sufrida por Marco Asensio ante el Arsenal y, sobre todo, reconducir el camino hacia la senda de la victoria para poder lograr, al final de la 2019/2020, los objetivos.
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