El Real Madrid trabaja para desbloquear los dos movimientos más importantes del verano dentro de su 'Operación Salida'. Gareth Bale y James Rodríguez son las piezas por las que el club blanco desea ingresar más dinero, más de 100 millones de euros entre los dos. Sin embargo, el galés sigue en el equipo y el colombiano lleva ya una semana como uno más en la disciplina blanca.

James se entrena con sus compañeros del Madrid, algo que no hacía desde hace dos años. Una situación a la que ni el jugador ni el club quería llegar, pero motivada por las ofertas que hasta ahora han llegado a la Casa Blanca. Su continuidad incluso se llegó a valorar tras la lesión de Asensio, pero otra vez vuelve a perder fuerza. Las razones son dos claras: Zidane no cuenta con él y se necesita hacer caja.

No hay sintonía alguna entre Zidane y James, que se reencontraron en Valdebebas después de la marcha del colombiano al Bayern Múnich. En su anterior etapa juntos tuvieron algún que otro encontronazo y el técnico francés acabó alejándole de los puestos principales de su equipo. Nada ha cambiado. Zidane no cuenta con James y quiere que salga este verano. El cafetero, por su parte, prefiere salir si Zidane es el entrenador.

Zidane y el Madrid dibujan un equipo sin James. De hecho, se le quiere vender para hacer sitio a otros dos jugadores que ahora copan la actualidad merengue en el mercado: Pogba y Van de Beek. Si los dos fichan, no habrá hueco para James. A eso, hay que sumarle ahora la reaparición en escena de Neymar, cuyo fichaje se valora en el Real Madrid.

El Nápoles sigue interesado

El precio de la venta de James estaría entre los 50 y los 60 millones de euros. El Nápoles, que parecía fuera de la partida, sigue interesado en él. Al Madrid no le convence la fórmula de una nueva cesión y quiere venderle para ingresar el dinero este verano. Ancelotti le quiere y habrá que ver si De Laurentiis hace un esfuerzo para cumplir el deseo de su entrenador, después de que el fichaje de Pépé no fructificara. En Italia, incluso, se habla de un pacto entre ambos clubes.

El Madrid necesita vender y James y Bale son los elegidos para poder afrontar nuevos fichajes. Primero por lo ingresado por ellos, que servirá para hacer cuentas, y en segundo lugar por el espacio salarial que dejarían, crucial para incorporar nuevas estrellas. James se vuelve a alejar del Madrid, al tiempo que Zidane mete prisa para resolver todas estas cuestiones a poder ser antes del comienzo liguero.

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