El primer partido oficial del Real Madrid resolvió varias de las incógnitas de cara a la nueva temporada. Una de ellas sería el papel de Vinicius, en torno a quien se había generado un runrún por su poco protagonismo con Zidane. Ya a finales del curso pasado no contó demasiado para el francés, retrasando su vuelta de la lesión hasta las últimas tres jornadas, y tampoco su situación parecía mejorar este verano.
Todo cambió cuando llegó la hora de la verdad. Vinicius fue titular en Vigo y jugó 70 minutos antes de ser sustituido por Zidane. La lesión de Hazard le abrió las puertas de la titularidad tanto a él como a Bale. Ahora que se conoce que el delantero belga deberá pasar casi un mes en el dique seco, Vinicius tiene una gran oportunidad para sumar minutos en este comienzo de temporada.
Su partido fue bueno, partiendo desde la izquierda, aunque no destacaría en su faceta ofensiva. Vinicius realizó el trabajo que no se ve tanto y que, a veces, puede pasar desapercibido. Se sacrificó en defensa y ayudó al equipo protegiendo la banda de Marcelo, tarea crucial para cuando el lateral brasileño se suma al ataque y deja libre su carril en defensa. Sin goles y sin asistencias, Vinicius se marchó del campo un poco contrariado pero la sensación en el cuerpo técnico era diferente.
La madurez de Vinicius
Vinicius cumplió su función defensiva, tan importante para Zidane como la ofensiva. Demostró una mejoría tanto física como tácticamente, un gran avance para tratarse de solo un chaval de 19 años. Vinicius en solo un partido ha mostrado una madurez que le puede permitir dar su primer gran salto esta temporada. Sigue quemando etapas con suma rapidez y quiere que este año se le trate como un hombre y no como el niño de oro del Madrid. El talento lo tiene y los goles llegarán solos.
Vinicius madura en su segundo año bajo los brazos de Zidane. Este primer partido es un paso importante comparándolo con el inicio de la pasada temporada. Vinicius empezaba doce meses atrás con el Castilla, jugando cuatro partidos con el filial antes de estrenarse con Lopetegui frente al Atlético de Madrid (2') el 29 de septiembre. En el debut liguero ya jugó 70 minutos, algo que en su primer año no consiguió sumar hasta el 6 de enero.
La sensación era que le costaría arrancar con Zidane, después de que Solari le colocara en un primer plano. Con el francés venía de tener poco protagonismo en pretemporada e incluso parecía que Lucas Vázquez estaba por delante suya en la rotación. Incluso el PSG se interesó en su fichaje, pero en el Madrid rápidamente se descartó dicha opción. Relegado a un segundo plano, dio el salto a la titularidad cuando llegó la hora de la verdad.
Vinicius irá alternando en el once a lo largo de la temporada. Al fin y al cabo está por detrás de Hazard y quien sabe si de Neymar. Lo que si hizo el brasileño fue meterse a Zidane en el bolsillo con una actuación muy madura. Era lo que necesitaba mostrar a n entrenador que pide mucho más que talento, de lo que Vinicius ya va sobrado. Un buen indicio de que jugará y mucho esta temporada, que es lo que necesita para crecer.
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