Septiembre se presenta como un mes ajetreado para el Real Madrid. El calendario no le va a dar un respiro (PSG, Sevilla y Atlético en diez días) y más aún tras los resultados de las tres primeras jornadas ligueras: una victoria ante el Celta y dos decepcionantes empates ante Valladolid y Villarreal. El Madrid necesita ganar confianza y para lograr eso hay una figura importante, la de Eden Hazard. El belga sigue lesionado, pero se le espera para que pueda jugar contra el Levante tras el parón.
Hazard se ejercita en Valdebebas junto al resto de sus compañeros que no viajaron con sus selecciones. Bélgica le llamó a filas, pero fue liberado para que siguiera con su recuperación en Madrid. Todavía no puede jugar, aunque desde este jueves ya toca balón. Se lesionó el pasado 16 de agosto en el recto anterior del muslo izquierdo que le ha hecho perderse las tres primeras jornadas de Liga. Los más optimistas le esperaban para Villarreal, pero era una posibilidad muy remota.
El objetivo es el Levante, justo antes del Tourmalet de partidos ante rivales directos y en escenarios complicados que se alargará hasta finales de mes. Su vuelta es la mejor noticia para el equipo, tanto en lo deportivo como en lo moral, y se espera que dé el impulso que necesita el equipo tras el mal arranque de temporada.
La delantera total del Madrid
En lo deportivo, Zidane podrá empezar a conformar su once de gala ya con Hazard. El belga es el único fichaje indiscutible y el jugador franquicia en esta etapa de resurgimiento del conjunto blanco. Suya será la banda izquierda, que han ocupado Vinicius y Bale en su ausencia, y el tridente de ataque lo completarán Benzema y el galés. No será así ante el Levante, ya que Bale tiene que cumplir sanción tras su expulsión, pero Zidane sí podrá empezar a ver juntos a Benzema y Hazard tras haber mostrado una especial sintonía durante la pretemporada.
Hazard será un soplo de aire fresco para el Real Madrid en su parcela ofensiva. Si bien Benzema sigue de dulce con el gol y el Bale que se está viendo es al que se espera, sigue faltando algo. Los de Zidane se han vuelto previsibles. Les cuesta horrores crear ocasiones de peligro ante un equipo que se encierra como se vio ante el Valladolid y en muchas fases del partido está falto de ritmo. Hazard aportará desborde y regate, algo que ni Bale (más potencia que habilidad) y un Vinicius apagado en la derecha no logran dar.
La reconciliación con la afición
Pero si la vuelta de Hazard es tan esperada es en gran medida para recuperar la ilusión. El madridismo está bajo de ánimos tras el comienzo del curso, que se asemeja peligrosamente a lo visto la campaña pasada. Hace falta alegría y eso es lo que llevará consigo Hazard, el fichaje galáctico del verano. Hay ganas de verle en acción y su sola presencia en el once blanco arrancará los aplausos del Santiago Bernabéu durante el anuncio de las alineaciones. Hay una brecha entre la afición y el equipo y Hazard puede ser la excusa perfecta para volver a formar una comunión perfecta entre ambos lados. Vuelve Hazard, vuelve la esperanza.
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