James Rodríguez vuelve a brillar en el Real Madrid. Recuerda al de 2014. Aquel verano, el colombiano aterrizaba en el Santiago Bernabéu a cambio de 80 millones de euros tras ser la estrella revelación del Mundial de Brasil. Cinco años después vuelve a enamorar al coliseo blanco tras un paréntesis de años en Alemania, que da la impresión de que nunca ha sucedido. El mejor James convence y brilla en esta recta inicial de la temporada.
Fue otra vez titular en el segundo partido del Madrid como local tras el verano. Si ya dejó buenas sensaciones en el partido ante el Valladolid -el cual acabó lesionado-, las ha terminado de convencer en el encuentro de este sábado frente al Levante. Jugó los 90 minutos y fue de menos a más. Al descanso, el partido ya era suyo.
James demostró que puede ser un jugador diferencial en este Madrid, cualidad que se echó mucho en falta en la capital el curso pasado. Casi sin quererlo, es el mejor fichaje blanco -con permiso de un Hazard que brilló durante la media hora que tuvo en su debut-. Pero más allá de su talento, ya de sobra conocido, James se está dejando la piel sobre el campo en cada partido. Tiene ganas de triunfar y está convencido de que este puede ser su mejor año en el Real Madrid.
La impresión de Zidane sobre James ha dado un giro casi de 180 grados en estas primeras semanas de competición. A comienzos del verano prefería que su futuro se definiera antes de tenerlo otra vez a sus órdenes. También se habló de la marcha del colombiano al Atlético de Madrid, pero el club se negó. Al final, sin Pogba ni Neymar, James se quedó y está dejando claro que fue una decisión acertada por parte del Madrid.
El tiempo parece no haber pasado para James, que se entiende igual de bien con Kroos o Benzema como hacía tres años atrás. Por ello, las dudas empiezan a surgir en un Zidane que ha enterrado el hacha de guerra con su jugador, al que no tiene problemas en elogiar en público. "Se nota que James es muy bueno", decía en rueda de prensa tras el partido contra el Levante. Pero, ¿puede James hacerse un hueco en el once de gala?
Un vuelco al once de gala
James puede ser un jugador clave por detrás del tridente de ataque que, presumiblemente, será para Bale, Benzema y Hazard en los días grandes. El jugador cafetero tiene la capacidad para ser el enganche idean entre un doble pivote, conformado por Casemiro y Kroos, y los tres de arriba. El sacrificado sería Modric, aunque el croata reducirá su masa de partido aún más esta temporada.
El Madrid buscaba un aire fresco en el mercado y James puede dárselo. No hay otro como él en el equipo y si acaba entendiéndose bien con Hazard -como se pudo ver este sábado-, ambos pueden dar ese revolcón al equipo para volver a ser competitivo y pelear esta temporada por todo.
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