El Real Madrid visita este domingo el Sánchez Pizjuán. Un partido en un feudo complicado y ante el líder de La Liga que llega en el peor de los momentos tras la derrota blanca en el Parque de los Príncipes. Los de Zidane llegan al partido en una situación delicada y con la necesidad de volver a ganar para no volver a entrar en una espiral negativa como el curso pasado.
Es por ello que se esperan cambio en el once del Real Madrid tras hundirse ante el PSG. Zidane está obligado a revertir esta situación y el 4-2-3-1 parece que pasará a mejor vida por ahora. El galo necesita mayor equilibrio en la zona del centro del campo, por lo que la prioridad ante el Sevilla será reforzar esta parte del terreno de juego con la entrada de algún futbolista con un corte menos ofensivo que James, el gran sacrificado.
Lo más probable será que Zidane apueste por un 4-4-2, un dibujo que le ha dado grandes resultados en el pasado con el equipo merengue. Casemiro y Kroos formarían doble pivote a la espera de la vuelta de Modric y las bandas serían para Lucas Vázquez y Bale, los que tendrán que ayudar en defensa durante todo el partido. La alternativa sería cambiar a un 4-3-3 y que Valverde entrara en lugar de Lucas para fortalecer la medular.
Courtois seguirá defendiendo la portería del Madrid, aunque está obligado a ser más decisivo bajo palos. El belga no está siendo determinante desde que fichó por el club blanco y es lo que se le pide a uno de los mejores del mundo. La defensa se reforzará con la vuelta de Sergio Ramos, que restará responsabilidades a Varane. Las bandas serán para Carvajal y Ferland Mendy.
La delantera, con Bale en una posición más retrasasada, será para Benzema y Hazard partiendo desde la punta de ataque. No es la posición natural del belga, que siempre se ha volcado más a la banda, pero en este dibujo no tendría casi responsabilidades defensivas por lo que podrá sacar su mejor versión en la delantera.
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