El Real Madrid no se puede tomar un respiro. Después de ganar en Sevilla en una de las visitas más complejas de todo el calendario liguero y disipar las dudas, el conjunto blanco ha de vestirse de corto de nuevo apenas tres días después. El calendario no da descanso y los de Zidane están obligados a no relajarse para seguir manteniendo su diferencia de cuatro puntos sobre el Barcelona y seguir en lo más alto de la tabla.
Zidane tiene una dura misión y es que debe encontrar la fórmula para que su equipo no sufra demasiado desgaste por culpa de la dureza del calendario y la plaga de lesiones que lleva afectando al vestuario merengue desde comienzos de la temporada. Es, por tanto, la hora de las rotaciones. El de Osasuna de este miércoles es un partido propicio para ello justo antes del derbi.
El Madrid quiere llegar lo más fresco posible al Wanda, algo no muy sencillo teniendo en cuenta que desde el pasado 14 de septiembre lleva afrontando un partido cada tres días. Zidane está obligado a ir dando descanso a aquellas jugadores que apenas han tenido un respiro en este mes y poco que llevan de competición. Gente como Varane, Kroos, Benzema o Casemiro superan ya los 500 minutos de juego y urge darles un descanso antes del parón.
No hay tregua y, en la medida que las lesiones lo permitan, este miércoles contra Osasuna se espera que descanse alguno de ellos. Una oportunidad de oro para lo más jóvenes que, de momento, están teniendo poco protagonismo este nuevo curso con Zidane. Esto no tiene por qué seguir así durante el resto de la temporada, puesto que Zidane se propuso para esta campaña poder contar dentro de su plantilla con dos equipos capaces de competir ante cualquier rival.
El espejo del doblete
Zidane sueña con una segunda unidad como la que tuvo en la temporada 2016/2017, la mejor de su carrera como entrenador y que acabó con el doblete de Liga y Champions. Aquel equipo contaba con un banquillo envidiable, con gente como Morata, Isco o James que acabaron siendo cruciales en la conquista del campeonato. Ahora el banquillo está dotado de mayor juventud incluso, pero con la misma capacidad de ser importante en este Madrid.
Vinicius, Jovic, Militao, Nacho o Isco, cuando vuelva, deben volver a recuperar el protagonismo del Plan B de Zidane. Volver a hacer de las rotaciones algo normal jornada tras jornada. Por detrás aparecen otros nombres como Valverde, Lucas Vázquez e, incluso, Rodrygo y Brahim que dan una notable profundidad al vestuario blanco. Pero deben ganarse a Zidane y ponerles las cosas difíciles a los que ahora son los titulares del técnico galo. La Liga es muy larga y partidos como el de Osasuna habrá muchos y el Plan B tiene que empezar a carburar. Este miércoles le llega su primera prueba.
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