Martin Odegaard volvió a dejar a toda La Liga boquiabierta. La culpa la tuvo una espectacular jugada que sirvió en bandeja a Oyarzabal en el partido que enfrentó a la Real Sociedad y al Alavés. Un caño y un pase al hueco de fantasía que puso en pie a todo el público allí presente. Tiene magia en sus botas y todo lo que hay tener para ser una estrella mundial. Solo un puñado de partidos con el conjunto donostiarra le han servido para unificar opiniones sobre él. Nadie duda de Odegaard.
Ha pasado muchas tiempo desde que el nombre del noruego sonara por primera vez en la escena del fútbol española. Fue en enero de 2015 cuando el Real Madrid a un chaval que recién acababa de cumplir los 16 años y procedía del Stromgodset de su país. Odegaard dijo 'no' a una larga lista de clubes, entre ellos los más grandes de Europa, para jugar en el Madrid. Su llegada siendo tan joven levantó muchas pesquisas, pero se ha impuesto a todas ellas con el paso del tiempo.
Con Odegaard empezó un cambio de política en el Real Madrid. A partir de entonces se ficharía sobre todo juventud para empezar a asentar las bases del proyecto que cogería el testigo al Madrid de las cuatro Champions. Durante estos años, Martin ha pasado del Castilla a la Eredivisie (liga holandesa) para jugar dos años y medio en el Heerenveen, primero, y en el Vitesse, después. Este verano todas las partes tenían claro que era hora de dar el salto a La Liga y no podían haber estado más acertadas.
Odegaard está siendo una de las grandes apariciones de la temporada y uno de los jugadores más en forma de toda Europa. Viéndole apenas un rato jugar se puede apreciar que puedes se un futbolista dominante en un futuro ya no muy lejano. El Madrid se empieza a frotar mientras su cesión a la Real ya da sus primeros frutos. San Sebastián era un destino ideal para que Odegaard madurara su fútbol, tanto que solo han hecho faltas seis jornadas para que todo el mundo lo vea así.
El Madrid le puede repescar en 2020
El Madrid y la Real acordaron la cesión de Odegaard por dos años, aunque sobre el papel solo ponga que su préstamos es por una temporada. Una cuestión burocrática-administrativa, como dijo el director de fútbol txuri-urdin Roberto Olabe, impide que un jugador sea cedido dos años en el fútbol español. Se apalabró una segunda temporada, pero no es obligatoria. El Madrid podría adelantar su vuelta si paga los 2 millones del salario de esta temporada del noruego, que le corresponden pagar al club donostiarra. En la Real no creen que el Madrid le vaya a repescar en 2020 ni que el propio Odegaard quiera irse hasta 2021. Viendo su nivel es lógico que empiecen a surgir las primeras dudas.
A sus 20 años mezcla un fútbol tan bonito de ver como preciso. Es un líder sobre el campo que lleva la manija de su equipo y se pone al cargo de las jugadas a balón parado. Asume su responsabilidad y, aún con esas, no descuida su trabajo defensivo. Muestra una madurez insólita para alguien de su edad. En el Madrid empiezan a pensar que Odegaard ya ha cumplido su proceso de crecimiento, una línea del tiempo marcada desde su llegada en 2015 y en la que ha ido quemando etapas a una velocidad increíble.
El próximo verano, si todo sigue así, se hablara de Odegaard. Habrá que ver cómo termina la temporada la Real, ya que si se clasifica para la Champions League podría ser una gran oportunidad para el noruego de liderar un equipo en la máxima competición europea. En el Madrid deben ir haciéndole hueco ya en una plantilla cargada de mediapuntas y jugadores que se pueden desempeñar en la banda derecha, la suya. Martin se ha ganado por derecho propio abrir el debate.
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