Todo gran proyecto deportivo necesita una gran estrella como estandarte y el Real Madrid no iba a ser una excepción. Eden Hazard es la pieza sobre la que se cimenta el equipo blanco del presente y el futuro. El belga está empezando a encontrarse a sí mismo después un proceso de adaptación complicado, con el objetivo de ofrecer su mejor versión en Concha Espina.
Este verano el Real Madrid acometió una revolución en la plantilla con vistas a renovar el equipo y volver a competir por todos los títulos desde la primera línea del fútbol mundial. Un proyecto que se inició con el fichaje estelar de Hazard como primer galáctico de la nueva era.
La llegada de Hazard al Real Madrid entraba dentro de la hoja de ruta del club de crear una nueva generación de futbolistas de primer nivel con la que ilusionar a la parroquia madridista. El belga llegaba al Santiago Bernabéu después de erigirse como el mejor jugador de la Premier League y despertó una expectación superlativa en la capital.
Después de varios meses haciéndose a su nueva vida en Madrid y a su nuevo equipo en Valdebebas, Hazard ha comenzado a coger la confianza que todo jugador necesita para triunfar. Y es que contra el Granada el belga consiguió ver portería y anotar su primer gol con la camiseta merengue en partido oficial.
La presión del Real Madrid
El ex del Chelsea llevaba varias semanas intentando marcar goles y coger ritmo de competición tras la lesión que le apartó del equipo a principio de temporada. Zidane no dudaba en que el jugador triunfaría en el Santiago Bernabéu tarde o temprano, incluso llegó a comparar su situación con la que él mismo vivió cuando fichó por el Real Madrid a principios de siglo.
"A mi me pasó lo mismo que a Hazard. Yo estaba muy tranquilo, igual que él. Yo sabía que iba a triunfar aquí. Fue peor cuando llegue a Italia porque tardé tres meses en adaptarme. Hay que apoyarle y acompañarle", espetó el técnico en la previa del partido contra el Brujas.
El propio Hazard llegó a reconocer que la presión de la gente estaba ahí. Sabía que sus nuevos aficionados querían que marcara un buen saco de goles en cada partido, aunque el jugador pedía paciencia para conseguir brillar. "El primer gol siempre es difícil de conseguir, después tiras con más confianza", espetó el belga tras conseguir su ansiado tanto.
Hacia el éxito
Ahora, con su primer gol bajo el brazo, Hazard cuenta con la confianza necesaria para estar más suelto en el terreno de juego y poder jugar sin tanta presión. Algo que posibilita que se pueda ver su versión más desequilibrante y decisiva. La que enamoró a los aficionados del Chelsea en Inglaterra.
El Real Madrid necesita que Hazard alcance su mejor nivel lo antes posible, ya que poco a poco se va acercando la parte decisiva de la temporada, en la que se comienzan a decidir títulos y campeonatos.
El Clásico del 26 de octubre será una de las fechas marcadas en rojo en el calendario merengue. El belga tiene que coger ritmo competitivo estas semanas para llegar al Camp Nou en óptimas condiciones, ya que se trata de un partido clave en el objetivo de devolver La Liga a las vitrinas del Santiago Bernabéu.
Su figura es clave en los esquemas de Zidane, ya que se trata de la pieza ofensiva que debe conectar con Benzema desde el flanco izquierdo para hilvanar el juego de ataque. Una condición que liberará a Bale y le ofrecerá los espacios necesarios para brillar en la delantera.
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