Gareth Bale hizo saltar las alarmas el pasado jueves durante el partido que enfrentó a su selección de Gales contra Eslovaquia. El Expreso de Cardiff cayó al suelo tras sufrir un choque contra el defensor del combinado rival Milan Skriniar y se quedó tendido durante varios segundos en el césped.
En el Real Madrid ya se empezaban a llevar las manos a la cabeza, aunque Bale podría abandonar el terreno de juego por su propio pie para volver luego al campo y terminar el partido que acabaría en empate a uno frente a Eslovaquia. El siguiente compromiso de Gales, el lunes contra Croacia, será crucial para ellos y Bale no se lo quiere perder.
Bale ha tranquilizado este sábado a todo el país y al Real Madrid sobre su estado físico. "Estoy en forma y estoy bien, fue solo un golpe en la rodilla y un poco de hielo lo solucionó", dijo tras su susto del jueves y después de entrenarse con normalidad con el equipo.
Gales se la juega contra Croacia
Enfrente tendrá a Luka Modric, con quien ha compartido muchos años de su carrera y contra el que está obligado a ganar si quiere que Gales no se quede prácticamente fuera de la Eurocopa: "Nos conocemos bastante bien, ya que hemos jugado juntos durante mucho tiempo en Tottenham y el Real Madrid, y sería bueno poder ganarle. Todavía no hemos hablado, tal vez habrá un pequeño mensaje más adelante", indicó.
"Nos han derrotado varias veces en el pasado, pero siempre han sido un partidos apretado entre nosotros. Sabemos el gran equipo que son. Hicieron un gran Mundial y llevan mostrando año tras año lo buenos que son, pero jugar en casa nos da una pequeña ventaja y hemos tenido excelentes resultados contra algunos grandes equipos en nuestro estadio", añadió sobre el decisivo choque.
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