Este lunes se conocía la sentencia del juicio del 'procés' por la que el Tribunal Supremo ha condenado a los políticos catalanes implicados en el referéndum ilegal del 1-O. Entre las penas destacan los 13 años de prisión a Oriol Junqueras por sedición y malversación o los 9 años a los 'Jordis' solo por el primero de los cargos.
El Fútbol Club Barcelona no tardó en emitir un comunicado en el que tomaba parte y afirmaba que "la prisión no es la solución". El posicionamiento de la entidad azulgrana no ha hecho más que animar al sector independentista de Cataluña a convertir el próximo partido contra el Real Madrid en un acto de propaganda secesionista y una manifestación contra la sentencia del Tribunal Supremo.
El Clásico del 26-O está ahora en el radar 'indepe' y es uno de los grandes objetivos. Desde el club blanco y LaLiga se teme que el encuentro de fútbol se convierta en un mitin político cuando todas las miradas en el mundo estén puestas sobre el césped del Camp Nou.
LaLiga, en sobreaviso
El partido, que se disputará a las 13:00 horas para copar una mayor audiencia en todos los continentes, está amenazado por los independentistas. La seguridad en El Clásico, ya de por sí máxima, se reforzará, intentando así evitar altercados. Sin embargo, el color amarillo y las pancartas que puedan desplegarse con proclamas secesionistas son ya una amenaza real para el mayor espectáculo del fútbol español.
Esta no es la primera vez que existe la preocupación por un aquelarre 'indepe'. El Girona - Barcelona que iba a disputarse el pasado mes de enero en Miami también fue un quebradero de cabeza para el Gobierno. LaLiga quiere proteger al máximo el fútbol y sabe que El Clásico es el mejor escaparate que tiene para vender su producto en el extranjero.
A pesar de que se tomarán todas las preocupaciones, el Camp Nou ha sido un lugar habitual para los mensajes independentistas y las esteladas. De hecho, el Barcelona ha sido ya sancionado en más de una ocasión por la UEFA. En el último partido de Champions League, el 2 de octubre ante el Inter de Milán, se desplegó una pancarta que rezaba: "Solo las dictaduras encarcelan a líderes políticos pacíficos". Además, se pitó el himno de la competición como desafío a la máxima organización continental de fútbol.
La preocupación del Madrid
Por parte del Real Madrid, la entidad blanca nunca ha tomado una posición política. Eso sí, existe cierta preocupación por la visita al Camp Nou de dentro de once días y las consecuencias que pueden conllevar los actos independentistas que se produzcan tanto en el estadio como en los prolegómenos.
Las Fuerzas y Seguridad del Estado tendrán en El Clásico uno de los partidos más 'calientes' que se recuerdan y no, precisamente, por lo que acontezca en el terreno de juego. Un nuevo posible aquelarre independentista amenaza con dañar la imagen del fútbol nacional, de la competición y convertirse en un nuevo altavoz secesionista catalán contra España y todas las instituciones del Estado.
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