La RFEF ha anunciado que el Comité de Competición ha aplazado El Clásico que estaba previsto para jugarse el sábado 26 de octubre. Ahora serán Real Madrid y Barça los que tendrán que acordar una fecha antes del próximo lunes.
"El Comité deja en manos de los clubes afectados alcanzar un acuerdo para encontrar la fecha de disputa del clásico. FC Barcelona y Real Madrid fijarán fecha y horario en las próximas horas, con el lunes 21 de octubre a las 10:00 horas como límite", espetaba el comunicado.
El organismo destaca que de no haber acuerdo, será el propio Comité "el encargado de determinar fecha para el encuentro". Ahora mismo se baraja que se pueda disputar el 4, 7 o 18 de diciembre en el Camp Nou. Y es que el Santiago Bernabéu no es una opción por cuestiones de reglamento, ya que se "impide la alteración del orden de disputa de los partidos establecidos en el calendario".
En las alegaciones presentadas por el Real Madrid, los blancos abogan porque el partido se dispute el próximo miércoles 18 de diciembre. Una fecha en la que ya estaría acabada la fase de grupos de la Champions, en la que tanto se juegan los hombres de Zidane.
Por otro lado, los de Josep María Bartomeu quieren que el partido se siga disputando en octubre como estaba previsto, tal y cómo refleja el acta de la Real Federación Española de Fútbol: "El FC Barcelona se remite al escrito de alegaciones que había enviado a este Comité el 16 de octubre de 2019. Dicho escrito argumentaba en favor del mantenimiento del encuentro en la fecha y hora inicialmente propuestas".
Decisión de aplazamiento
La decisión ha sido tomada por un Comité formado por tres miembros que se reparten en tres butacas: un representante de LaLiga (Pablo Mayor), otro de la RFEF (Carmen Pérez, jueza única y presidenta) y un agente de carácter independiente (Lucas Osorio). Cada uno de ellos tenía el 33% del poder de voto.
Las peticiones de cambio
Esta decisión llega después de la petición formal de LaLiga a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) para que se invirtiera el orden de los Clásico de la primera y segunda vuelta del campeonato.
El organismo presidido por Javier Tebas no quería que el partido se jugase en Barcelona el sábado 26 de octubre, con motivo de la inestabilidad política y los altercados constantes que sacuden la Ciudad Condal en los últimos días con motivo de la sentencia emitida por el Tribunal Supremo condenando a los líderes del 'procés'.
Esta postura fue secundada por el Gobierno, a través del CSD. Así lo aseguraron fuentes cercanas a EL ESPAÑOL, destacando que no veían razonable que el partido se jugase sin alteraciones como estaba previsto días atrás de esta situación.
El mayor problema que había era el de poder garantizar la seguridad, aunque desde los Mossos d'Esquadra defendían que si era viable que se celebrase el 26 de octubre como estaba previsto en el sorteo del calendario que se realizó el pasado mes de julio.
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