El Real Madrid está pasando por una de las temporadas más inestables de los últimos años. A pesar de la victoria en Turquía contra el Galatasaray, las dudas no se despejan. Las sensaciones siguen siendo grises, confusas y agridulces. Algo que hace que el equipo necesite encontrar soluciones rápidamente para dar un giro a la situación lo antes posible.
Una de las bazas con las que cuenta Zidane en la plantilla para revertir la dinámica es Gareth Bale. El galés ha estado sumido en una vorágine de sensaciones encontradas en los últimos meses, ya que pasó de estar en la rampa de salida a ser uno de los mejores jugadores del inicio de temporada; todo ello hasta que se lesionó con Gales en el último parón de selecciones.
Ahora el jugador se encuentra ultimando su recuperación y podría estar de vuelta el próximo miércoles 30 de octubre en el Santiago Bernabéu. El partido contra el Leganés es la fecha que el delantero tiene fijada en su punto de mira para volver a enfundarse la elástica del Real Madrid.
De descarte a insustituible
Bale es un jugador que, si está concentrado, puede ser de los mejores del mundo. Su fragilidad en materia de lesiones opaca su calidad, aunque este verano su implicación dio un giro drástico en pro del equipo. El gales se mostró más conectado a la plantilla y estuvo siendo uno de los más destacados en el arranque liguero, justo hasta que Zidane le dejó fuera de la convocatoria para el derbi contra el Atlético de Madrid en septiembre.
Desde entonces su aparición con el primer equipo ha ido decreciendo, hasta que las molestias con su selección le apartaron definitivamente de la dinámica habitual del equipo. Esto se explica en que el Real Madrid quiere dosificar al jugador esta temporada, sin que tenga una alta carga de partidos y optimizando su rendimiento.
Todo ello forma parte de un plan estratégico que tiene como objetivo poder evitar, en la medida de lo posible, nuevas lesiones que reabran el calvario entre el ex del Tottenham y la enfermería.
En buen estado de forma, Bale podría cambiar la cara gris que el Real Madrid esta ofreciendo esta temporada. El galés tiene virtudes que podrían ayudar a que los blancos terminen de despejar sus dudas en materia goleadora y defensiva.
Potencia, remate y desborde
Desde hace tiempo el Real Madrid no profundidad por banda y el galés es experto en cabalgar sin límite. Su endiablada velocidad siempre ha sido una de sus mayores armas para perforar defensas rivales. Algo de lo que carece el conjunto merengue, ya que todo el juego termina volcándose por dentro con jugadores ofensivos.
En relación con esto, los números ofensivos del equipo no están brillando y Karim necesita un socio en ataque para aumentar los registros goleadores. Hazard no es ese tipo de jugar que mejore esta faceta como finalizador, si no que es un jugador que puede brindar balones a Bale para jugar al espacio.
El repliegue defensivo
Por si fuera poco, la incidencia de un Bale en buen estado de forma en el equipo va más allá. Y es que su figura favorece para que el equipo juegue más junto si se sacrifica en defensa.
El galés puede ser un futbolista clave en el repliegue. Cuando brillaba en el 4-4-2 de Zidane, lo hacía desde la banda derecha, dando cobertura a Carvajal. Ahora, con los laterales en horas bajas, será fundamental que recupere esta versión.
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