Toni Kroos está pasando por uno de sus momentos más dulces en el Real Madrid. El alemán está ejerciendo su liderazgo en la medular del conjunto blanco y se ha vuelto un jugador indispensable para Zidane; sobre todo después de un mercado de verano en el que no llegaron refuerzos en el centro del campo a Concha Espina.
Cuando 'Zizou' aterrizó en el Santiago Bernabéu para afrontar su segunda etapa en el club merengue, allá por el mes de marzo, la continuidad del '8' del Real Madrid en la plantilla. Kroos iba a ser un jugador importante y el técnico francés sabía que necesitaba a un centrocampista de sus características en su nuevo proyecto.
El jugador se encontraba muy cuestionado después de la aciaga temporada que vivió el equipo en la 2018/2019. Sin embargo, la cúpula del club madridista le brindó confianza con una renovación con la que ampliar su vinculación al club hasta 2023. Un acto tras el que declaró sus objetivos para la próxima temporada: "Me gusta el control del balón, la presión arriba… Hemos ganado mucho y ojalá lo volvamos a hacer otra vez".
Líder en el campo
Los éxitos del proyecto del Real Madrid aún no se han podido medir, ya que la temporada tan solo acaba de comenzar, pero la primera parte de su declaración de intenciones la ha cumplido con creces. Kroos ha tomado los mandos del centro del campo merengue, monopolizando el control del balón y liderando la presión del equipo.
El alemán es la pieza sobre la que gira el equipo esta temporada, ante la ausencia de un Luka Modric que cada vez necesita mayor dosificación de minutos. Toni se ha vuelto indispensable y marca los tiempos para que el Real Madrid se repliegue o inicie los ataques. Y es que el es el metrónomo del equipo, gestionando a su antojo la velocidad del juego.
Las habilidades de Kroos como centrocampista, tanto en facetas box to box como más creativas, ya eras conocidas por la parroquia merengue. Sin embargo, esta temporada el '8' se ha destapado como goleador y está cerca de superar su mejor registro ofensivo desde que aterrizó en Concha Espina en 2014.
Metamorfosis goleadora
Su rendimiento goleador a ido de menos a más con el paso de los años. En sus primeras dos temporadas anotó uno y dos goles, respectivamente. Unas cifras que aumentó en la 2016/2017 hasta anotar cuatro tantos, y que tocó su límite la 2017/2018 con cinco.
La temporada pasada su rendimiento bajó, acorde con la dinámica en la que estaba inmerso el equipo, pero el alemán ha vuelto mejor que nunca. Si hace dos temporadas tardó 43 partidos en conseguir sus mejores datos de cara a portería, este curso lleva tres en apenas 12 partidos. Unas cifras que hacen vaticinar que el jugador de 29 años no tiene techo y está en su mejor momento.
El problema del gol
Este era uno de los aspectos que quería trabajar Zidane temporada. El técnico quería que la segunda línea del equipo aportase gol. Los Modric, Isco, Kroos, James, Valverde y compañía tenían que aportar potencia y disparo para contar con más alternativas en el juego.
Este fue uno de los grandes problemas de la temporada pasada que propició que el técnico francés pidiera el fichaje de Pogba este verano. Una operación que finalmente no se pudo dar ante las inflexibles exigencias del Manchester United (pedían 200 millones de euros). Aunque de momento, la medular del Real Madrid comienza a tener brotes verdes.
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