El Real Madrid ha vuelto. En las últimas semanas los blancos han disipado todos los fantasmas que pululaban en torno al equipo y han empezado a asentar los pilares del nuevo proyecto. Los resultados positivos han empezado a desarrollarse de forma consecutiva y Zidane parece haber encontrado la tecla de juego, algo que parecía una utopía hace un mes.
La temporada solo está en la primera fase, pero el técnico blanco ya ha comenzado a mostrar atisbos para afianzar un equipo de éxito. Los problemas defensivos estaban siendo uno de los mayores quebraderos de cabeza en Concha Espina, ya que era muy difícil que el Real Madrid dejara su portería a cero, a pesar de cuajar un buen partido.
Así se pudo ver en partidos como el que los madridistas disputaron contra el Granada en la jornada 18 del campeonato de Liga. Los jugadores cuajaron un buen partido antes del parón de selecciones, llegando incluso a colocarse 3-0 en el marcador. Sin embargo, el Madrid terminó pidiendo la hora y el cuadro nazarí apunto de apartar la contienda en el Santiago Bernabéu con un apretado 3-2 final.
Esta tendencia convertía al conjunto merengue en un equipo débil y con fisuras, al que era extremadamente fácil crearle peligro. Una situación que exigía cambios y soluciones con urgencia, y que Zidane parece haber encontrado. La victoria en Ipurua (0-4) puede ser la prueba definitiva de que el Real Madrid es un equipo hecho en defensa, algo que se explica en cuatro claves.
Defensa con balón
Los blancos demostraron contra el Eibar que ya no son aquel equipo que convertía los partidos en un correcalles de ida y vuelta. Ahora el Madrid es quien marca los tiempos del juego ante sus rivales y la posesión se ha convertido en un arma de doble filo en favor de los intereses merengues, tanto para atacar como para defender.
Zidane siempre se ha mostrado partidario de que el balón sea el protagonista de su idea de juego, algo habitual en muchos equipos a nivel ofensivo, pero que el Real Madrid también está empleando como metodo para resguardarse. Con ello consigue tener la pausa y velocidad óptima para cada momento del partido, desconectando a los rivales en momentos frenéticos. Los centrocampistas y los centrales son piezas claves en esta tarea, ya que se encargan de mover el esférico desde atrás.
Paciencia en la presión rival
Los primeros minutos para un equipo fuera de casa siempre son complicados. Los rivales salen a los partidos extramotivados ante su público y los visitantes deben intentar protegerse hasta que se estabilice el choque. Esto se vivió en Eibar y el Real Madrid volvió a demostrar el temple con el que está gestionando la presión de los equipos rivales.
La paciencia es la madre de las virtudes en un equipo de fútbol y los de Zidane deben conseguir manejar con cabeza cualquier escenario de juego de cara a la fase decisiva de la temporada que llegará en apenas unos meses.
Juego en campo contrario
"La mejor defensa es un buena ataque". O eso es lo que siempre ha retumbado en los estadios más viejos del fútbol europeo. El Madrid se ha apropiado de esta expresión para hacerla suya y demostrar como el equipo puede defenderse con balón y atacando a la vez.
Zidane sabe que tiene jugadores de calidad para desarrollar un fútbol de toque, atractivo y ofensivo, con gran capacidad asociativa; ejemplo de ello es la delantera, con grandes pasadores como Karim Benzema o Eden Hazard, quienes se entendieron a la perfección en Ipurua. Esto posibilita que los blancos puedan permanecer más tiempo fuera de su campo y mermar las opciones ofensivas de los equipos rivales.
Repliegue ordenado
Una de las mayores claves que han hecho que el Real Madrid lleve cinco partidos consecutivos imbatido, dejando la portería a cero en todos ellos, ha sido la conexión entre Fede Valverde y Casemiro en el centro del campo. Ambos jugadores son parte talismán del éxito reciente del Real Madrid y Zidane no se plantea un once sin ellos.
Charrúa y brasileño son el pegamento del conjunto blancos. Los dos posibilitan que el equipo haga un repliegue ordenado cuando pierde el balón, brillando especialmente en las coberturas a otros compañeros que se suman al ataque; como el caso de Carvajal, Marcelo o Mendy.
[Más información: El Real Madrid siempre vuelve: exhibición, goleada y confirmación en Liga ante el Eibar]