El Real Madrid empezó dubitativo la temporada pero en las últimas semanas el equipo ha remontado el vuelo. Los blancos han firmado grandes actuaciones en los últimos partidos, con Zidane salvando su figura en el banquillo cambiando la cara al equipo. El técnico ha visto como su imagen se ha visto fortalecida con decisiones que han dado un giro a la dinámica en la que estaba inmerso en club.

Desde la derrota en Son Moix contra el Mallorca (1-0), el Real Madrid acumula un total de cinco partidos consecutivos sin conocer la victoria. Los blancos han vencido a Galatasaray (dos ocasiones), Leganés y Eibar, además de un empate a cero cosechado contra el Betis en el Santiago Bernabéu. 

En este cambio de tendencia Zidane ha tenido mucha incidencia, ya que llegó a estar muy cuestionado y finalmente consiguió hacer que el equipo carburara como no se había visto antes desde que aterrizó en Chamartín el pasado mes de marzo. Cinco claves en las que el galo ha hecho al equipo dejar buenas sensaciones en materia de juego y resultados. 

La apuesta por Valverde 

Uno de los grandes aciertos del técnico esta temporada ha sido dar la confianza necesaria a Fede Valverde, quien se ha erigido como la gran revelación de la temporada en el Real Madrid. El uruguayo se ha convertido en un jugador indispensable en los esquemas del conjunto blanco, tanto que ya parece un titular indiscutible junto a Kroos y Casemiro.

Zidane apostó por el charrúa para el centro del campo cuando Modric cayó lesionado y el equipo necesitaba una nueva pieza en la medular. Valverde aprovechó la confianza del técnico para ganarse un sitio y demostrar que 'Zizou' no se equivocaba cuando en la recta final de la temporada pasada le concedió ya la oportunidad de seguir formando parte de su nuevo proyecto.

La eclosión de Rodrygo 

Un caso similar al que se ha visto con Rodrygo Goes. El brasileño ha tirado la puerta abajo del Real Madrid en este inicio de Liga, sobre todo tras el hat-trick que endosó al Galatasaray en la Champions League. En el crecimiento del jugador ha tenido mucha incidencia Zidane, ya que el técnico se encargó de que su formación y su proceso de adaptación al fútbol español fuera progresivo, sin prisas y cuidando su futuro. 

La jugada no le ha podido salir mejor al técnico francés. Rodrygo inició el curso con el Castilla pero le arropó dejando claro públicamente que era jugador del primer equipo. Poco a poco fue otorgándole protagonismo y la confianza se tradujo en minutos. Una oportunidad dorada que el joven atacante no desaprovechó. 

Confianza a Hazard 

El nacimiento de una nueva estrella en Concha Espina está relacionado con uno de los problemas más delicados del Real Madrid en este inicio de curso: la falta de gol. La efectividad de cara a puerta estaba muy cuestionada y se exigían cambios en los sectores externos al club. Sin embargo, Zidane no titubeó y decidió seguir apostando por una línea continuista en su modelo de juego. 

Aunque Hazard no terminaba de arrancar, el técnico siguió confiando en la dupla que formaba el belga con Benzema en ataque. Algo que finalmente ha terminado dando sus frutos, ya que cada vez gozan de mayor entendimiento y han demostrado que pueden ser una pareja letal en Chamartín. Contra el Eibar ya se vio que el ex del Chelsea va a más y ya dribla, regate y desequilibra en la delantera. 

Minutos a Mendy y continuidad defensiva 

Las lagunas defensivas eran otra de las complicaciones que tenía el Real Madrid. El equipo encaja muchos goles y los partidos terminaban desequilibrándose ante la fragilidad del equipo. Una situación que Zidane ha solventado con pequeños cambios, sin grandes revoluciones.

Mendy ha sido una de las grandes apuestas del técnico. Y aunque no sea titular indiscutible, alterna a la perfección los minutos con Marcelo en función de las necesidades del partido. Un cambio que no se ha dado en la zona central o en el carril diestro, donde 'Zizou' ha seguido mostrando confianza a Sergio Ramos, Varane y Carvajal.

La recuperación de Courtois

Por último, el nivel de Courtois era una cuenta pendiente de Zidane. El francés sabía que el portero podía mostrar una mejor versión y que estaba lejos de su nivel óptimo de rendimiento. Su objetivo era conseguir recuperar al que había sido considerado como el mejor portero del Mundial de Rusia 2018, una tarea que parece haber conseguido.

El belga ha dejado su meta a cero en los últimos cinco partidos con actuaciones de renombre como contra el Galatasaray. Lejos de apartarle cuando peor estaba, el técnico decidió seguir apostando por él y mostrarle su apoyo con vistas a que recuperara confianza. 

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