Hace unas temporadas nadie tenía duda de que Sergio Ramos y Raphael Varane eran la mejor pareja de centrales del mundo. Uno de los objetivos que se planteó Zinedine Zidane en su regreso fue recuperar esa circunstancia como una de las bases para tener un bloque fuerte y devolver al equipo a la posición de privilegio al final de la temporada.
Ese momento parece más cerca después de haber disputado el primer tercio de la temporada. Ambos han ido de menos a más, devolviendo la fiabilidad a la mitad de cancha que defiende el conjunto blanco en cada cancha y volviendo a ser los dos mariscales que dirigen desde la defensa las cometidas del conjunto dirigido por Zizou. Y para prueba, sirve la responsabilidad que han adquirido en el último parón de selecciones.
Capitanes por Europa
Tanto Ramos como Varane han recibido un sorbo de responsabilidad en esta fecha FIFA. Ambos han sido capitanes con sus respectivas selecciones. Lo del de Camas, evidentemente, no es algo nuevo. Celebraba ante Malta su récord de internacionalidades con la camiseta de España y los homenajes le han servido para volver a situar al central ante la historia del fútbol. Aunque la Selección ya estaba clasificada, el cariño que recibió fue un cáliz de confianza para seguir progresando.
El caso de Varane no fue menor. Su selección lo estaba pasando mal ante Moldavia mientras se jugaba la clasificación. Aunque Islandia no estaba cumpliendo ni cumplió finalmente, un error del barcelonista Clément Lenglet les había puesto contra las cuerdas. Pero el central madridista surgió en un córner para empatar el encuentro y tirar de 'Les Bleus'.
Un inicio titubeante
Los dos madridistas no comenzaron la temporada en su mejor nivel. No imponían como impusieron en su momento. No llegaban al choque como siempre habían llegado. No eran trascendentales con el balón en el inicio del juego como solían cuidar de él. Pero con el paso de los partidos y pasando semana tras semana por el cincelado de Zidane, los dos están recuperando las sensaciones que enamoraron a la grada del Santiago Bernabéu.
El mes de octubre ha sido fundamental en esta progresión. Sobre todo con la recuperación de Thibaut Courtois. Las sinergias entre Ramos y Varane y el portero están creciendo y en los últimos 45 días los blancos han sufrido una mejora sustancial en la faceta defensiva.
El muro de las tres Champions
El objetivo final del maestro Zidane es que su muro se parezca al que fue tres veces consecutivamente campeón de Europa. La presencia que tenían Ramos y Varane durante la consecución de ese hito es la que les encumbró a ser los mejores del mundo.
Y hay dos citas de nivel Champions en el punto de mira del Real Madrid a corto plazo. La primera es en semana y media para vengarse de la goleada que encajaron en París ante el PSG. El Bernabéu se vestirá de gala y de su parte quedará parar a Neymar el día que está previsto su regreso. La segunda será en Barcelona, en un mes, donde por sus piernas pasará el hecho de dar un golpe en la mesa sobre las posibilidades de los blancos en Liga.
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