El belga Eden Hazard, que no pudo acabar el partido ante el París Saint-Germanin por una dura entrada, se desplazó con los médicos del Real Madrid entrada la medianoche a una clínica para someterse a pruebas en su tobillo derecho tras sufrir una dura entrada que le obligó a salir del campo con claros gestos de dolor.
Se temió lo peor y los peores pronósticos ponían en serio peligro su presencia para El Clásico del próximo 18 de diciembre. En el club reinaba el pesimismo tras el partido aunque era pronto para arrojar una conclusión, pero tras las primeras pruebas médicas que se le realizaron la preocupación fue un poco a menos. Se descartó una lesión ósea y este miércoles le someterán a más pruebas para saber el alcance exacto de la lesión.
Hazard, que abandonó el campo sin poder apoyar su pie derecho, abandonaría la clínica con una sonrisa en su rostro lo que da algo más de tranquilidad. Parece sufrir una esguince, pero en el club preocupa una placa de titanio que lleva en la zona afectada desde 2017, cuando fue operado tras fracturarse ese mismo tobillo.
La preocupación de Zidane
"Es más que un simple golpe pero espero que la torcedura de tobillo sea menor", deseó Zinedine Zidane en su comparecencia ante los medios de comunicación. "No puedo decir lo que tiene porque han ido ahora a hacer las pruebas y veremos", añadió.
El técnico madridista aseguró que el partido de Hazard fue "espectacular" hasta que cayó lesionado por una dura entrada de Meunier. "Por el golpe no pasa nada pero se ha torcido un poco el tobillo. Espero que sea poco", dijo.
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