Take Kubo debutó de blanco en el Camp Nou. No fue con la camiseta del Real Madrid, sino con la del Mallorca, pero su actuación individual dejó ver de lo que es capaz ya con solo 18 años y ante un rival de tales dimensiones. El Barcelona fue demasiado para el conjunto bermellón, pero no para el japonés que mostró su desparpajo y su habilidad con el balón tanto como pudo.
Kubo se atrevió y dejó grandes detalles. No marcó, pero protagonizó escenas de categoría y hasta le hizo un caño a Leo Messi entre otras de sus genialidades. En la noche en la que el argentino ofreció al Camp Nou su sexto Balón de Oro, la afición culé pitó al japonés. A Kubo le veían en La Masía como un serio candidato a recoger algún día el testigo del '10', pero la gestión del Barcelona y la rapidez del Real Madrid para ficharle acabaron con el sueño del barcelonismo. Ayer fue la gran amenaza del Mallorca.
En la ciudad condal no se lo perdonan, quizás por la rabia de dejar escapar a una perla así más que por la decisión personal del jugador. Un fallo (quien sabe si imperdonable) por el que todavía siguen tirándose de los pelos algunos en la cantera del Barcelona. La primera vez que Kubo jugó en el Camp Nou lo hizo perteneciendo al Real Madrid y lo hizo muy bien. Desde la capital no perderían ojo de lo que hizo Take, como prefiere que le llamen.
Los pitos reveladores del Camp Nou
Kubo ya sabe lo que es ser del Madrid y poner un pie en el Camp Nou. Nada que no pueda afrontar. Al final del partido habló con tranquilidad sobre el tema y lo asumió con naturalidad: "Creo que me merezco los pitos", dijo. Humilde y con los pies en la tierra, Kubo sigue aprovechando su momento en el Mallorca. Jugó los 90 minutos contra el Barcelona y ya es el tercer partido consecutivo que lo hace. Si empezó su cesión teniendo que conformarse con salir casi siempre desde el banquillo, unos pocos meses después ya es uno de los pilares del Mallorca, que sueña con la salvación.
Kubo quema etapas, ahora como titular. No hay que olvidar que es su primer año en Primera División (y en el fútbol de élite) y se está soltando poco a poco. Lo que se ve en Kubo es muy difícil de ver en jugadores de su edad y es algo que va más allá de su indiscutible talento. Tiene madurez y se está viendo en la forma en la que está asumiendo galones en el Mallorca de forma progresiva. Es un proceso natural, que ya veían en el Madrid y que algún día propiciará su vuelta al conjunto blanco.
Su futuro a corto plazo
Su futuro está en La Liga y en el Madrid, aunque aún tiene camino por recorres. No hay que tomar prisas y, como en el caso de Odegaard, se espera que vaya dando saltos a cada temporada hasta llegar al club blanco. La diferencia es que Kubo se ha saltado la parte de curtirse algún año más en una liga menor y con 18 años ya brilla en la competición española. En La Masía conoció el estilo de juego del campeonato nacional, al que hoy día está más que acostumbrado. En el Mallorca ha aprendido a competir con los 'mayores' y no se queda corto.
A final de temporada se volverá a valorar su futuro. Es pronto para descartar que tenga alguna oportunidad de quedarse en el primer equipo del Real Madrid la próxima campaña, pero a día de hoy la opción más lógica que ven en el club blanco es otra cesión. Seguramente en La Liga y seguramente en un club con mayor aspiraciones que el Mallorca. Son los pasos que tiene que dar Kubo, aunque la sensación es que no tardará muchos años en volver al Camp Nou, pero esta vez ataviado con el blanco del Madrid.
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