La polémica está servida a solo cuatro días de El Clásico. La culpa la tendría un posible penalti sobre Piqué en la última de jugada del partido que enfrentó a la Real Sociedad y al Barcelona y que podría costarle a los culés el liderato si el Real Madrid gana al Valencia. Los de Valverde no pasaron del empate en Anoeta y se dejaron dos puntos vitales que pueden propiciar que lleguen al choque de Camp Nou por debajo de los blancos en la tabla y casi con la obligación de ganar el encuentro.
La acción de Diego Llorente y Piqué da, como mínimo, para polémica. Un centro botado al área de la Real en el descuento iba dirigido a la cabeza del central catalán, pero cuando se dispone a rematar cae junto al defensor del conjunto donostiarra. Piqué reclamó hecho una furia, pero no sirvió para que señalaran una pena máxima en la que no intervino el VAR.
En la repetición se puede ver como Llorente y Piqué se agarran mutuamente, aunque el del central de la Real parece ser mayor al de su rival. El árbitro o no lo vio o interpretó que no era suficiente y el VAR, al no señalar nada el colegiado y no ser un agarrón claro y manifiesto, no entró a valorar la acción. Pero desde el Barça han estallado y han convertido esta jugada en una campaña mediática a pocos días de El Clásico.
Primero fueron los jugadores los que reclamaron tras el partido de forma airada que no se pitara la pena máxima. "Si pitas el primer penalti, tienes que pitar lo de Piqué", decía De Jong, un jugador que no acostumbra a hablar de estos temas. Busquets era más explícito: "Lo ha visto y no lo ha querido pitar", decía señalando a Alberola Rojas, el colegiado del encuentro. Pero todavía quedaba la guinda del pastel, que sería la queja formal que el Barça presentará a Rubiales pidiendo explicaciones por la actuación del VAR.
Hernández Hernández, en el punto de mira
El Barça centra el foco en el arbitraje de cara a El Clásico. Una medida de presión para el cuerpo arbitral, que ya estaba en el punto de mira del madridismo desde el momento de su nombramiento. Hernández Hernández y De Burgos Bengoetxea, este en el VAR, serán los encargados de dirigir el partidos. Dos árbitros con un amplio historial polémico en los Clásicos que, curiosamente, han apuntado siempre en contra de los intereses del Madrid.
Entre el madridismo temen una encerrona en el Camp Nou. Primero por las protestas que habrá antes del encuentro en los alrededores del estadio y ahora, en segundo lugar, por el arbitraje. Las veces que Hernández Hernández estuvo con el silbato en un partido así en el feudo azulgrana, el Madrid salió siempre perjudicado clamorosamente. Habrá que ver también que pasa con Busquets, al que sus palabras contra Alberola Rojas podrían salirle caras aunque la sanción será, salvo sorpresa, económica.
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