Pep Guardiola y el Real Madrid. El Real Madrid y Pep Guardiola. Hay dos grandes verdades detrás de estos dos nombres: que ninguno podrán estar nunca en el mismo bando y que la rivalidad que existe en torno a estas dos entidades es un clásico futbolístico. En Barcelona, con la rivalidad que trae consigo El Clásico, sus encuentros tuvieron un nivel de tensión desorbitada. Y el nivel no bajó en Munich, sobre todo porque los blancos le tenían ganas.
Ahora en Manchester se abre un nuevo episodio de esta apasionante y tensa relación. El de Santpedor y la entidad de Chamartín nunca se habían vuelto a ver las caras en partido oficial y, desde las dos partes, no se pueden computar las ganas de que llegue el momento de escuchar el pitido inicial de la eliminatoria.
Después de que Guardiola sí haya hablado de los blancos en varias ocasiones, esa tensión solo ha hecho que crecer. El catalán, por ejemplo, no incluyó a los blancos entre los mejores equipos de la década a pesar de conseguir cuatro Champions League en este período.
Antes, es más que conocido el momento en el que calificó a los merengues como un equipo de "atletas" y después incluso se llegó a rendir a la leyenda europea del equipo blanco y dijo que era "increíble" lo que habían conseguido en la máxima competición continental.
Las orejas del lobo
Pero todas esas ganas se pueden convertir en decepción, sobre todo, por la parte del ex culé. La temporada que está completando Guardiola a los mandos del Manchester City está dejando más sombras que luces.
Están a 14 puntos en la Premier League del Liverpool de un Jurgen Klopp que ha convertido a su equipo en una bestia indomable. Y, aunque fueron primeros de grupo en Champions, el mérito de este hito es más que discutible teniendo como rivales a Shakhtar, Dinamo de Zagreb y Atalanta.
Con esa distancia en el campeonato nacional y, aunque tiene dos competiciones coperas, su temporada pasa por consolidarse de una vez en la Champions League. Y es que desde la llegada del técnico catalán a Manchester, el equipo del norte de Inglaterra no ha conseguido alcanzar su objetivo que era alzar la orejona. Para ello se gastaron más de 1.000 millones de euros y la confianza en el que fuera jugador del Brescia y la Roma es cada temporada más escasa.
La sensación en Inglaterra es que si Guardiola suma otro fracaso en Europa, su proyecto estaría más cerca de acabarse que de consolidarse. Con el catalán, no han sido capaces de superar los cuartos de final. Lo más cerca que el Manchester City ha estado de alcanzar su objetivo fue con Manuel Pellegrini al cargo de su banquillo. Consiguieron llegar a unas meritorias semifinales en las que, precisamente, el Madrid les eliminaría.
Fin de ciclo
Hay que recordar que el inicio de su carrera en Munich, el Madrid ya fue el culpable de que no arrancase su historia en Alemania con buen pie en la máxima competición continental. En su primera temporada con los bávaros, cayó en las semifinales frente al equipo de Carlo Ancelotti, con Zinedine Zidane como su segundo, que se proclamaría campeón de La Décima. De hecho, ese fue su último enfrentamiento con los blancos que acabó con un doloroso 0-5 global.
Por si fuera poco, durante su trayectoria con el Bayern, siempre le apeó de la máxima competición continental un equipo español en semifinales. Después de que lo hiciera el Madrid, su antiguo equipo, el Barça, le apeó de llegar a la final y, en su última campaña como técnico de los bávaros, el Atlético y el Cholo le privaron de poder tener opción a conseguir el título que solo ha levantado como culé.
Sus antecedentes contra el Real Madrid no le ayudan a ser optimista ya que en los últimos tres partidos que han disputado ha caído derrotado. Hasta podría tener al enemigo en casa ya que el interés creciente que ha surgido por parte del club madridista por Raheem Sterling podría desconcertar a su delantero estrella.
Guardiola, más centrado últimamente por la situación política en Cataluña y por defender a Catar como un estado democrático, tendrá en Madrid su gran final de esta temporada. Lo harán ante una plantilla blanca que con el paso de los meses está jugando mejor y los resultados que está obteniendo también acompañan.
Seguro que estará pendiente de El Clásico de este miércoles. Su apoyo a los blaugrana no se discute, pero seguro que en esta ocasión tiene un interés aún mayor porque los de Ernesto Valverde dejen tocado a su gran rival de esta campaña. Porque ya no le queda otra que hacer su mejor Champions en los últimos años. Porque el fin de ciclo de Pep Guardiola en Inglaterra está más cerca que nunca.
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