Sergio Ramos fue uno de los protagonistas de El Clásico. El de Camas se compenetró a la perfección con un Raphaël Varane que fue el mejor de los blancos en esta ocasión. El capitán jugó los noventa minutos, pero podría no haber sucedido así de haberse ejecutado un cambio durante la primera mitad.
El camero se hizo daño en el tobillo y de inmediato se puso a calentar en la banda del Camp Nou Militao. Las alarmas comenzaron a sonar y el objetivo se puso en los centrales después de la caída del propio Ramos y también por la herida que tenía Varane en la pierna por el claro penalti que sufrió tras un plantillazo de Lenglet.
No era el francés el que tenía problemas, sino el capitán por esa mala caída sobre su pie que hizo que se le doblase el tobillo. Sin embargo, se fue probando en los minutos siguientes y acabó por hacer una seña al banquillo de Zinedine Zidane para decir que podía continuar sobre el terreno de juego.
Lo que se ha conocido después del partido es que Sergio Ramos ha estado jugando con un esguince durante toda la segunda mitad. Así lo ha confirmado Paco González en El Partidazo de la Cadena COPE. Sin embargo, el periodista ha apuntado que no se descarta que pueda estar disponible para el partido ante el Athletic del próximo domingo, el último del 2019 para los blancos.
Un hombre récord
El internacional español se convirtió con este Clásico del 18-D en el futbolista que más partidos entre Barça y Real Madrid ha disputado en toda la historia. "Atravesamos una gran dinámica de juego, termina el año, me gustaría que continuara. Ojalá sigamos manteniendo este nivel y queda un partido que es el de Bilbao y ojala sigamos puntuando", fue su deseo de fin de 2019.
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