El fútbol europeo ha tenido dos claros protagonistas a lo largo de la última década: Real Madrid y Barcelona. Tanto a nivel colectivo como individual, los dos grandes equipos españoles han copado la gran mayoría de los podios en los torneos y las galas a lo largo de los últimos diez años. Solo hay que echar un vistazo al palmarés de cada uno para comprobar la magnitud que tiene lo que han logrado en este tiempo: 17 títulos el Madrid y 23 el Barça. Aunque lo que pesa, como ocurre en estos casos, es la Champions League y en eso no ha habido discusión.
El Barcelona de Leo Messi y Pep Guardiola amenazaba en 2010 con comerse el mundo y tiranizar el fútbol durante toda la década. Pero no supo hacerlo, o mejor dicho, no le dejó el Madrid. El hambre de Cristiano y la llegada de Zidane cambiaron la historia, sin olvidarse del hombre que lo manejó todo, Florentino Pérez, con una gestión mucho más estable que la de Sandro Rosell y Josep María Bartomeu.
¿En qué momento cambió todo? ¿Por qué el Barça claudicó cuando se las prometía tan felices? Estos son los aciertos blancos y los errores culés que acabaron convirtiendo la década del Barça en la década del Madrid:
El gen de la Champions
Ganar cuatro Champions en cinco años, tres de ellas seguidas, es algo que solo había hecho un equipo antes en la historia del fútbol: el Real Madrid. Y los blancos lo volvieron a hacer esta década en su segunda época dorada. Primero La Décima y el minuto 93 contra el Atleti, luego La Undécima en los penaltis también ante los rojiblancos, el baño ante la Juventus en La Duodécima y la coronación final frente al Liverpool en La Decimotercera. Lisboa, Milán, Cardiff y Kiev conquistadas y más de 1.000 días consecutivos como Reyes de Europa.
El Barcelona ganó dos Champions (la de 2011 y la de 2015), pero al lado de las del Madrid se quedan cortas. Ni el mejor Barça de la historia pudo recortarle en Orejonas al eterno rival. La diferencia más grande entre ambos equipos estuvo en lo mental. Mientras Ramos metía de cabeza en el 93' en Lisboa o Bale de chilena en Kiev, los azulgranas caían a lo grande ante Juventus, Roma y Liverpool.
La mayor batalla de la historia
Cristiano Ronaldo y Leo Messi han protagonizado la mayor batalla jamás vista entre dos futbolistas en la historia de este deporte. Solo Modric, en 2018, pudo alzar un Balón de Oro que no fuera para uno de estos dos. La batalla no podía haber sido más disputada y quedará para siempre como uno de los capítulos más épicos del fútbol por los siglos de los siglos. Se han ido repartiendo los récords durante estos años. Uno como máximo goleador histórico de la Champions y otro de La Liga, por poner dos ejemplos.
La mancha que le quedará a Messi es que no logró en estos años ser lo decisivo que fue Cristiano en una competición como la Champions en estos años. El luso fue protagonista en Lisboa y Milán por sus penaltis y en Cardiff volvió a meter. Sin él, habría sido imposible que el Madrid pasara tantas eliminatorias en tantos años. Y qué decir de su chilena en Turín.
Messi acabó la década con un Balón de Oro más en sus vitrinas que Cristiano (seis a cinco), pero el portugués sigue teniendo una Champions más en la suyas (cuatro a cinco). Fueron la pesadilla de sus oponentes durante años y la mayor motivación mutuamente. Desde que Cristiano se fue a la Juventus, el duelo no es el mismo.
Mourinho, Ancelotti y Zidane
Sí, Mourinho puso la primera piedra de lo que acabó siendo el Real Madrid años después de su marcha. Enseñó a todo un vestuario a ganar al Barcelona de Guardiola. Primero fue la Copa del Rey en 2011 y a la temporada siguiente La Liga de los récords. El suyo fue un tiempo de entreguerras que acabó desgastando su paso por el banquillo blanco, pero también el de Pep, quien dejó su sitio en 2012, un año antes de que lo hiciera el técnico luso.
El Madrid acertó con su heredero, Carlo Ancelotti, y conquistó La Décima. El Barcelona sufrió un duro golpe en forma de la enfermedad de Tito Vilanova y su sustituto, 'Tata' Martino, se quedó lejos de las expectativas. Fue el primer error grave de los culés, aunque la llegada posterior de Luis Enrique ilusionó, pero fue demasiado breve. Tres años y una Champions, pero lo doloroso fue ver como el eterno rival ganaba las dos siguientes seguidas. Se fue 'Lucho' y llegó un Ernesto Valverde que ha seguido ganando Ligas, pero que está lejos de convencer.
Zidane pasó por encima de Luis Enrique y Valverde. Tres Champions en dos años y medio en el banquillo. Por poco no remontó al Barça La Liga en su primer año y sí se la ganó al Barça de 'Lucho' en 2017. Su adiós, junto con el de Cristiano, desestabilizó al Madrid, sacando el curso pasado su peor imagen en toda la década. Su vuelta nueve meses después ha devuelto la ilusión, aunque no haya sido fácil.
Acierto en los fichajes
1.113 millones de euros gastados por el Real Madrid en materia de fichajes en los últimos diez años. 1.366 millones de euros por parte del Barcelona. Una diferencia de más de 200 'kilos' que, sin embargo, no se ha traducido en mayor dominio europeo por parte de los culés. Está década, en lo que a fichajes se refiere, el Barça quedará marcado por desastres como Alexis, Turan, Song, Vermaelen, André Gomes, Malcom y, sobre todo, Dembélé y Coutinho. Por supuesto, no hay que olvidarse de la salida de Neymar y lo que todo ello trajo después, con intento fallido de repesca incluido.
El Madrid ha ido cambiando su política. Sus errores millonarios se pueden reducir a Illarramendi o Theo Hernández. Otro 'pero' puede ser la dificultad que ha tenido el club blanco a la hora de relevar a Cristiano, pero sigue pesando más aciertos como ese grupo de jóvenes llamados a coger el timón merengue la próxima década.
La Masía y un proyecto de futuro
Porque el Madrid está preparando el futuro de manera ejemplar. Ha ido fichando jóvenes año tras año. Desde Odegaard, hasta Rodrygo. Pasando por Asensio, Valverde, Vinicius, Brahim, Jovic, Ceballos y un largo etcétera de perlas que serán los rostros del equipo blanco la próxima década. Tampoco hay que olvidarse de casos como Casemiro o canteranos como Carvajal, Nacho o Lucas Vázquez que se fueron asentando en el equipo.
El Barça, que presumía de La Masía en el inicio de la década, ha acabado renunciando prácticamente a su modelo y los canteranos han ido dejando de encontrar su hueco. Se mantiene el bloque de los Messi, Alba o Busquets, pero los nuevos se han ido encontrando con una barrera. Ansu Fati parece que lo ha ido logrando, pero ahí está el 'caso Riqui Puig' que demuestra que ahora mismo La Masía no es una prioridad en Can Barça.