El Real Madrid ya está en la final de la Supercopa donde se medirá a Barcelona o Atlético. El equipo de Zidane dominó de principio a fin a un Valencia que dejó una imagen muy pobre. El estreno del nuevo torneo en Arabia Saudí fue toda una exhibición madridista con gol olímpico de Kroos incluido. Isco y Modric completaron la goleada y Parejo, de penalti, maquilló el resultado en el descuento.[Narración y estadísticas: Valencia 1-3 Real Madrid]
Las bajas de Bale, Benzema y Hazard obligó a Zidane a presentar un once inédito para medirse al Valencia en la Supercopa. El conjunto blanco, de verde en el Rey Abdullah de Yeda, dispuso una alineación con cinco centrocampistas y solo Jovic como referencia arriba.
Zidane respondió así a los planes de Celades de poblar el centro del campo con Coquelin, Kondogbia, Parejo y Carlos Soler. El técnico che, además, reservó a Maxi Gómez. El uruguayo llegaba a la Supercopa en un gran momento de forma, después de haber marcado al Eibar en la última jornada de Liga.
Golazo y cantada
El Real Madrid entró mucho mejor que el Valencia al partido. Muy temeroso, el equipo che a penas daba dos pases seguidos y ni se acercaba al área blanca. El primer aviso de los de Zidane llegó con un cabezazo de Varane que sacó milagrosamente Jaume Doménech.
El portero del Valencia sería el gran protagonista poco después, justo cuando se cumplía el primer cuarto de hora del encuentro. Saque de esquina a favor del Real Madrid y toda la zaga che se duerme, incluido su guardameta. Kroos, el más listo de la clase, aprovechó esta circunstancia para disparar directamente y conseguir un gol olímpico.
El alemán la toca con mucha clase dando a la pelota una rosca perfecta y una gran potencia. Doménech llega a tocar, pero, desubicado y sorprendido, despeja de puños en dirección a su propia portería en un error de bulto. Cantada para avivar el debate, Cillessen se quedó en el banquillo, con un tanto que marcó el devenir del partido.
El Madrid, desatado
Tras el gol de Kroos, el Real Madrid continuó dominando a su antojo. No hubo reacción del Valencia y solo gozó de una ocasión de Gameiro que mandó por encima del larguero. Eso sí, la posesión del equipo blanco no se veía reflejada en grandes oportunidades y el conjunto de Zidane se sentía cómodo con el 0-1 que lucía el marcador del Rey Abdullah.
El Valencia era un juguete en manos del Real Madrid, muy alejado de la imagen que mostró en Mestalla hace menos de un mes. El baile blanco encontró la puntilla a los che antes de que llegara el descanso. Un gran jugada colectiva sirvió para que Isco aumentara la diferencia en el minuto 39.
Valverde pasa a Modric, que dispara y rebota en la zaga che, y por allí aparece Isco solo para mandar el balón al fondo de la red. El Valencia estaba completamente hundido, sin intensidad y sobrepasado por un gran rival. El palo, tras un cabezazo del malagueño, salvó a los de Celades de un correctivo mayor antes de marchar a vestuarios.
Jovic, sin apenas entrar en juego, tuvo en el rebote del poste su ocasión para hacer ese gol y reivindicar su figura en el Real Madrid. Sin embargo, el serbio, con todo a favor, estrelló el esférico en el cuerpo de un Doménech que al menos así pudo ganar confianza tras un gran pifia en el primer tanto del encuentro.
El Real Madrid, con un Valverde superlativo y cada vez más importante, mandaba sobre un Valencia de vacaciones en Arabia Saudí. El único lunar del equipo Zidane en la primera mitad fue la aportación de Mendy. El francés perdió muchos balones y no acertó a colocar los centros al corazón del área para desesperación de Jovic.
El guion en la segunda parte no varió un ápice. Insultante superioridad de un Real Madrid que escondió una y otra vez el balón convirtiendo el encuentro en un rondo con los che corriendo detrás de la pelota. Celades movió entonces ficha metiendo a Maxi Gómez por Kondogbia en busca de un reacción para, al menos, competir hasta el final del duelo.
Clásico o derbi en la final
Sin embargo, el Real Madrid era un huracán incontrolable para el Valencia. Isco sobaba la bola y Valverde corría por la banda como si de un extremo se tratara. La exhibición blanca llegó a su punto culmen con el 0-3. Robo de Isco y pase de Jovic a Modric para que siente a la defensa che con una bicicleta y después ponga la pelota lejos del alcance de Doménech con el exterior.
Delicatessen del croata para cerrar definitivamente la primera semifinal de la nueva Supercopa de Rubiales en Arabia. El Real Madrid fue mejor de principio a fin y el Valencia no tuvo el carácter para competir en un partido a vida o muerte. El equipo de Zidane espera ya a Barcelona o Atlético en la final que tendrá lugar el domingo.
Los últimos minutos sirvieron para que Mariano debutara con el Real Madrid esta temporada y para que James volviera a disputar un encuentro casi tres meses después. Todo salió a pedir de boca para un Zidane que innovó ante las bajas y superó por completo a Celades.
En el descuento el VAR señaló un penalti por mano de Sergio Ramos que sirvió para que Parejo marcara el gol de la honra para el Valencia y maquillara al menos un poco el resultado en uno de los escasos tiros a puerta de los che. Eso sí, la superioridad de los blancos fue todavía superior sobre el césped a la que reflejó el luminoso.
El Real Madrid vive un momento dulce. Desde la derrota en octubre ante el Mallorca, el conjunto blanco no ha parado de crecer hasta convertirse otra vez en el equipo de antaño. Zidane ha dado con la tecla y podrá ahora refrendarlo en una final que será un Clásico o un derbi para deleite de la afición árabe.
Valencia 1-3 Real Madrid
Valencia: Jaume Doménech; Wass, Garay, Gabriel Paulista, Gayà; Parejo, Kondogbia (57' Maxi Gómez), Coquelin (82' Sobrino), Carlos Soler, Ferrán Torres y Kevin Gameiro (70', Cheryshev).
Real Madrid: Courtois, Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Mendy (70', Marcelo); Casemiro, Valverde, Kroos, Modric (76', James); Isco y Jovic (82' Mariano).
Goles: 0-1, 19' Kroos; 0-2, 39' Isco; 0-3, 65' Modric; 1-3, 90+' Parejo (p).
Árbitro: Gil Manzano (Comité extremeño). Amonestó a Casemiro (87').
Incidencias: Partido correspondiente a la semifinal de la Supercopa de España ante 40.877 espectadores.