Nadie sabe sacar más partido de la plantilla del Real Madrid que Zinedine Zidane. El técnico galo conoce a sus jugadores como nadie y en Yeda lo volvió a demostrar el pasado miércoles. Su planteamiento dejó sorprendido a todo el mundo: cinco centrocampistas y un punta. Con ese dibujo, los blancos se sobrepusieron a las bajas de Benzema, Bale y Hazard y no solo eso, ya que fueron muy superiores a los ches.
El último invento de Zidane funcionó a las mil maravillas. Su máxima es contar con todos sus jugadores y tenerlos en su plenitud de rendimiento. Es lo que le permite (o le facilita) poder jugar con cualquier esquema. Esta temporada ya se han visto cinco dibujos marcados y diferentes entre sí. El factor sorpresa de este Madrid está en que te puede jugar como quiera.
4-3-3: 16 partidos
El 4-3-3 es el esquema más utilizado esta temporada por el Real Madrid. Tres centrocampistas (Valverde, Casemiro y Kroos) y un tridente ofensivo en el que Hazard y Benzema son indiscutibles. El perjudicado es Modric, que ha sido adelantado esta temporada por Fede, y un Isco con menos cabida en este planteamiento. La tercera pieza del ataque blanco es para Bale, pero Rodrygo y Vinicius luchan por su sitio.
El 4-3-3 es el fútbol más directo del Madrid. Más desborde y más velocidad en las bandas para golpear a sus rivales. Para Zidane es la mejor opción contra equipos que no van a luchar la posesión. El Madrid ha saltado al campo con este dibujo hasta en 15 partidos diferentes. El balance es de 10 victorias y cinco empates.
4-4-2 en rombo: 5 partidos
El rombo se ha convertido en el esquema de Zidane para las grandes citas. Lo hizo contra el PSG y se repitió en El Clásico del pasado 18 de diciembre. Para ello, el técnico francés tuvo que apostar por Isco cuando nadie lo hacia. El malagueño ha respondido a la confianza y ha estado a la altura tras someterse a una preparación física acorde.
El rombo enseña al Madrid más capacitado para dominar el juego. Una línea de tres para controlar el esférico y la presencia de Isco (y Valverde) para romper las líneas rivales. Ya se ha usado en cinco partidos este quema con un resultado de dos victorias y tres empates en partidos de altura.
4-2-3-1: 3 partidos
El 4-2-3-1 se vio al comienzo de la temporada cuando las bajas 'obligaron' a Zidane a apostar por James Rodríguez. El colombiano, tras un verano entero en la rampa de salida, apareció de la nada para ser titular en un puñado de partidos. Su imagen fue buena, pero no así la del equipo. Este dibujo, sin embargo, no beneficiaba al colectivo. Más estático, el Madrid sufría más y Zidane acabó olvidando este esquema. El balance fue de dos victorias y una derrota (ante el PSG).
4-4-2: 2 partidos
El 4-4-2 en su clásica expresión se vio más durante la primera etapa de Zidane en el banquillo del Madrid que ahora. Aún así, esta temporada ha habido hueco para ver algún partido con esta formación. Dos extremos más retrasados para reforzar el trabajo defensivo, siendo Lucas Vázquez el más beneficiado. No así para Bale o Vinicius, jugadores más volcados hacia el área. El balance es de un empate y una derrota (ante Mallorca).
4-3-2-1: 1 partido
El último invento de Zidane y no pudo salir mejor. Casemiro, Kroos y Valverde un paso por detrás y Modric e Isco más aproximados al área. Cinco centrocampistas y todos ellos con confianza gracias al trabajo del técnico francés. El resultado fue un Madrid dominante, pero también con bandazos eléctricos. Solo falló Jovic, desaparecido por momentos. Un partido y una (gran) victoria.