El pasado 11 de marzo se confirmó el regreso de Zinedine Zidane a un Real Madrid que ya no tenía opción alguna de levantar ningún título. Solo diez meses después y en la primera copa que se le ha puesto a tiro, el técnico francés ha aumentado su palmarés y el de un club blanco que sigue siendo la bestia negra de un Atlético tan pupas como siempre. [Narración y estadísticas: Real Madrid 0 (4)-(1) 0 Atlético]
La final de la Supercopa tuvo poco fútbol, escasas oportunidades y mucha pizarra con dos colosos en las porterías. El derbi se convirtió en un duelo entre Courtois y Oblak que cayó del lado del belga, clave tanto en el tiempo reglamentario como en la prórroga y los penaltis. Como en Milán, el Real Madrid se llevó el título y el Atlético las lágrimas.
Fue mejor el equipo de Zidane, buscando siempre aunque sin éxito el gol, y Simeone cumplió con lo esperado con un plan ramplón que ahogó una vez más a Joao Félix y que solo cambió tras la expulsión de Fede Valverde en la prórroga. El uruguayo fue MVP de la final por su exhibición en el centro del campo y por una roja que evitó que Morata se fuera solo hacia Courtois.
Quizá nunca el Real Madrid celebró tanto una expulsión. El joven 'Pajarito' ha devuelto el corazón y los pulmones al conjunto blanco y es una de las claves del resurgir del equipo. En los penaltis, donde las piernas tiemblan, Saúl fue Juanfran y Courtois ese portero decisivo. Ni el Atleti ni Oblak consiguieron sacarse la espina de Milán y Yeda se suma a la lista de lugares malditos para los colchoneros.
Zidane repitió su plan con cinco centrocampistas ante el Atlético de Madrid. El técnico francés entendió que la mejor forma de dominar un encuentro en el que el rival te va a ceder el balón es poblando la medular. Por su parte, Simeone solo dio entrada a Giménez por Savic respecto al once que se enfrentó al Barcelona en semifinales.
El Madrid no podía
Tal y como se esperaba, el Real Madrid comenzó dominando aunque sin apenas crear peligro. En el primer cuarto de hora solo dos disparos lejanos de Casemiro y Modric pusieron a prueba los reflejos de un bien colocado Oblak. El encuentro no tenía ritmo y el Atlético fue creciendo con el paso de los minutos.
Un fallo en el pase de Sergio Ramos propició la primera oportunidad de los colchoneros por medio de Joao Félix. El portugués chutó desviado y no castigó, como acostumbra el equipo de Simeone, el grave error del rival.
El partido se disputaba al trote, con idas y vueltas que nunca llegaban a nada. El Atleti no quería y el Madrid no podía ante la muralla habitual de los rojiblancos. Un empate a nada con el que terminó la primera mitad y que solo un cabezazo de Casemiro en un córner estuvo relativamente cerca de alterar.
Los de Zidane cayeron en la trampa de Simeone y eran incapaces de hacer daño al conjunto colchonero. Por su parte, el Atlético se mostró cómodo con el 0-0 esperando a esa acción que rompiera el encuentro y que esperaba que fuera de su lado, más acostumbrado a sobrevivir en este tipo de duelos sin apenas fútbol.
El Atleti no quería
La segunda mitad comenzó con el mismo ritmo, aunque con la resurrección de Jovic. El serbio, que no había tocado la pelota dentro del área hasta entonces, dispuso de una gran ocasión que se marchó rozando el palo. Hace el lío a la zaga rojiblanca, pero su disparo cruzado se va lamiendo el poste.
La mejoría del Real Madrid era patente y los entrenadores movieron ficha. Simeone sacó a un agitador como Vitolo por la contención de Héctor Herrera, pero Zidane respondió de inmediato metiendo la velocidad de Rodrygo por un Isco que no brilló como ante el Valencia.
Con las espadas en todo lo alto, Fede Valverde tuvo en su cabeza el tanto para el equipo blanco. El uruguayo recibió el pase de Jovic, aunque no acertó a rematar limpio y acabó dando a la pelota con su rodilla cuando se encontraba prácticamente en boca de gol.
Con la mejor oportunidad para el Real Madrid el encuentro entró en su parte final con todo por decidir. La Supercopa se había convertido en un rey de la pista al estilo el que marca gana. El conjunto blanco abusaba de los centros laterales y ahí es donde la defensa colchonera más cómoda se sentía.
La Supercopa necesitaba gol. El partido necesitaba gol. El Real Madrid necesitaba gol. Y la solución de Zidane fue encomendarse a un Mariano inédito esta temporada hasta el viaje del equipo Arabia Saudí.
El hispano-dominicano solo había disputado unos pocos minutos ante el Valencia en la semifinal y ni en sus mejores sueños se veía disputando este encuentro hace solo un par de semanas. Sin embargo, las bajas de Benzema y Bale, unidas a la de Hazard, provocaron que gozara de esta oportunidad.
Dos colosos en las porterías
Antes de llegar a la prórroga, Rodrygo pudo decantar el encuentro y el torneo. El brasileño la tuvo con un disparo desde dentro del área que salió demasiado centrado y que atrapó Oblak sin problemas.
Pero también tuvo dos oportunidades el Atleti para evitar la prórroga y que un gran Courtois desbarató. Morata intentó batir por su palo al belga, aunque el portero no se dejó sorprender al igual que no lo hizo con un intento lejano de Thomas que significó el final del tiempo reglamentario.
El partido parecía abocado al 0-0 y a la prórroga desde el inicio y así se cumplió. Con escasas ocasiones y con un Real Madrid que no encontró el camino al gol ante un Atlético que solo inquietó a Oblak en dos acciones aisladas.
Estaba escrito en el destino y es que, con esta, son ya cinco finales consecutivas entre los dos equipos madrileños que se han ido al tiempo extra. La de Copa en 2013, las de Champions en 2014 y 2017, la de la Supercopa de Europa en 2018 y ahora esta Supercopa de España en Arabia Saudí.
Simeone apostó en la prórroga por meter más músculo con Savic y Arias, Marcos Llorente había entrado también en los minutos finales del tiempo reglamentario. Mientras, Zidane sacó a Vinicius por Kroos y al revés que el técnico colchonero se guardó el cuarto cambio que ahora se permite durante el tiempo extra.
El cansancio hizo mella en los dos equipos, pero el balón siguió siendo del Real Madrid ante un Atleti que ya solo contaba con Morata arriba después de que Joao Félix hubiera sido sustituido. Los planes estaban claros. Zidane quería el gol y Simeone los penaltis.
Tras una primera parte de la prórroga en la que no pasó nada, una mala salida de Courtois en un córner permitió a Morata rozar la venganza ante su exequipo. Sin embargo, el belga reaccionó bien y logró despejar con el pie para mantener el eterno 0-0 en el marcador.
Una roja de MVP
El partido enloqueció ante la cercanía de los penaltis y el turno llegó a Modric y Mariano de toparse con un muro llamado Oblak. Los dos porteros hicieron mucho para que el duelo se fuera a los penaltis a pesar de la gran intensidad con la que se vivieron los últimos minutos de la prórroga.
Sobre todo tras la expulsión de Fede Valverde por una entrada por detrás cuando Morata se iba a plantar solo ante Courtois. Falló Carvajal y y el uruguayo se vio obligado a 'cazar' al delantero rojiblanco. La tangana de después, saldada con sendas amonestaciones a Savic y Carvajal, puso más tensión aún para los instantes finales.
La roja a Valverde espoleó al Atleti y Courtois tuvo que volver a aparecer para salvar al Real Madrid. Un centro de Correa se envenena tras tocar en Mendy y el belga consigue meter una mano milagrosa para enviar el partido y la Supercopa a los penaltis.
Courtois y Ramos, los héroes
Desde los once metros, el Real Madrid volvió a mostrar su carácter de campeón y el Atlético su etiqueta de pupas de la que no consigue desligarse. Oblak, como en Milán, no olió un penalti y Courtois paró uno a Thomas. Antes de la gran intervención del belga, Saúl había mandado al palo la primera pena máxima de los colchoneros.
Sergio Ramos, quién si no, fue el encargado de marcar el penalti definitivo después de los aciertos de Carvajal, Rodrygo y Modric para dar el título al Real Madrid. Zidane mantiene su aura de campeón y consigue el primer título en juego desde su regreso en marzo al banquillo blanco.
Nueve finales de Zidane y nueve títulos. Han pasado casi tres años de Milán y casi seis de Lisboa, pero el Real Madrid sigue siendo el Real Madrid. Y el Atlético, el pupas. En definitiva, el Real Madrid campeón de la Supercopa de España en Arabia Saudí.
Real Madrid 0 (4)-(1) 0 Atlético de Madrid
Real Madrid: Courtois; Carvajal, Varane, Ramos, Mendy; Valverde, Modric, Casemiro, Kroos (Vinicius, 102'), Isco (Rodrygo, 60'); Jovic (Mariano, 82').
Atlético de Madrid: Oblak; Trippier, Felipe, Giménez (Savic, 98'), Lodi (Llorente, 89'); Correa, Thomas, Herrera (Vitolo, 56'), Saúl; Morata y Joao Félix (Arias, 100').
Árbitro: Sánchez Martínez (Comité de Murcia). Amonestó a Felipe (27'), Thomas (74'), Mendy (91'), Modric (93'), Valverde (111'), Gimenez (113'), Savic (115'), Carvajal (115') y expulsó de roja directa a Valverde (115').
Incidencias: partido correspondiente a la final de la Supercopa de España que tuvo lugar en el Estadio Rey Abdullah (Yeda, Arabia Saudí) ante 59.053 espectadores.