Hace 17 años en Montevideo un niño soñaba que el Santiago Bernabéu coreaba su nombre y le aclamaba. Ese chico, ahora con 21 primaveras, es el MVP de la final de la Supercopa de España. Fede Valverde es una de las últimas grandes irrupciones en el mundo del fútbol y ahora ya se ha consolidado como una pieza vital en el Real Madrid de Zinedine Zidane.
Doris, la madre de Fede, confesaba el sueño de su hijo hace escasos días en una entrevista al diario MARCA. Valverde mantiene la misma humildad y sencillez de aquel niño que jugaba al fútbol en las calles de la capital uruguaya.
Reservado y tímido, su gran momento profesional se extiende también a lo personal. Desde hace un año comparte su vida con la periodista argentina Mina Bonino con la que tendrá su primer hijo. Ese niño, que nacerá entre febrero y marzo y se llamará Benicio, no ha llegado con un pan debajo del brazo pero sí con una Supercopa y un galardón de MVP.
Valverde no es canterano, pero sí se puede considerar 'criado' en Valdebebas tras su paso por el Castilla. Llegó en 2016 procedente de Peñarol e hizo después la mili en el Deportivo, donde estuvo cedido en la temporada 2017/2018.
'El Pajarito', un apodo que no le gusta, no ha parado de crecer desde entonces. Cuenta que fue un entrenador el que le puso ese mote porque decía que "volaba sobre el campo" cuando era pequeño. Una característica que mantiene a día de hoy, tal y como se demostró en la final ante el Atlético.
Su descubridor, Néstor Gonçalves, afirma que "con 9 años era tan bueno que tenía que esconderlo". El motivo no era otro que Peñarol no podía firmar todavía a Fede Valverde por temas legales con la edad y por eso estuvo unos meses sin poder jugar en ningún equipo. Finalmente, Gonçalves se salió con la suya y acabó fichando por el club aurinegro.
Su conversación secreta con Zidane
Uno de los grandes 'beneficiados' con la destitución de Lopetegui el pasado año fue Fede Valverde. El centrocampista no había entrado en los planes del técnico y había tenido una presencia testimonial en su estreno en la primera plantilla.
Después, tras la llegada de Solari, subió varios peldaños en la rotación, pero fue con Zidane con el que dio el gran salto. El francés quedó impresionado por Valverde en sus primeras semanas después de su regreso. Obviamente ya conocía más que de sobra al joven uruguayo, pero comprobó de primera mano la gran progresión que había tenido.
El Real Madrid se enfrentaba al Valencia el 3 de abril de 2019 en Mestalla en un encuentro correspondiente a la jornada 30 de La Liga. El conjunto blanco ya no estaba en la lucha por el título, pero era un partido importante para examinar al equipo después de la vuelta de Zidane.
Fede Valverde no jugó en Mestalla, es más no fue ni convocado para el partido. Sin embargo, había tenido lugar una de las conversaciones más importantes y que marcarán para siempre su carrera. Zidane se acercó al uruguayo y le dijo que no viajaría a Valencia, para acto seguido decirle que sería titular en el siguiente encuentro ante el Eibar.
No fue el único mensaje que Zidane hizo llegar a Fede. Además, el técnico francés le aseguró que contaba con él para la siguiente temporada y que triunfaría en el Real Madrid. Solo unos meses después, ese vaticinio del entrenador es ya toda una realidad.
Una patada para la historia
Cierto es que Zidane se empeñó en el fichaje de Pogba, pero siempre contó con 'El Pajarito'. De hecho, los veía (y ve) compatibles en su Real Madrid. Sin embargo, Zizou ya no piensa tanto en su compatriota debido al nivel mostrado por un Valverde que ya no es una promesa, sino uno de los mejores centrocampistas del mundo.
En la rueda de prensa posterior a la final, el entrenador del Real Madrid aseguró que Fede "hizo lo que tenía que hacer" con su dura entrada por detrás a Morata. Zidane 'felicitó' a Valverde por su expulsión porque nunca una tarjeta roja había sido tan celebrada por todo el madridismo.
Corría el minuto 115 cuando Morata se iba a plantar solo ante Thibaut Courtois, pero, para suerte del Real Madrid, un 'correcaminos' llamado Fede Valverde llegó por detrás y 'cazó' al delantero del Atleti. Quizá sin su acción, el resultado de la final hubiera sido otro y la copa no estaría camino del Santiago Bernabéu.
El corazón y los pulmones del Madrid
Pero Valverde no fue MVP, nombrado por un staff con el seleccionador Luis Enrique a la cabeza, por esa patada para la historia, sino que lo logró por su tremenda exhibición en un partido de alta exigencia. Carreras, regates, pases e intercepciones se acumularon en las estadísticas de un Fede que también pudo marcar el gol de la victoria.
Fue en el minuto 66 cuando, con todo a favor, no acertó a cabecear un centro de Jovic y terminó desviando su propio remate con la rodilla. No le hizo falta marcar para ser el héroe. La historia le tenía guardado su lugar aunque fuera con una patada.
Ese corazón, ese orgullo, ese hambre que demostró en la acción sobre Morata define muy bien el espíritu que ha recuperado el Real Madrid en los últimos meses. La pasada temporada el equipo dio signos de ser un grupo cansado de ganar. Se necesitaba sangre fresca y esa la ha puesto Fede Valverde entre otros como Courtois, Mendy, Rodrygo o Vinicius.
El uruguayo se ha convertido en el mejor donante que ha podido tener el equipo y, además, ha añadido los pulmones necesarios para volver a 'campeonar'. A principio de campaña, el Real Madrid era un equipo partido y al que la faltaba equilibrio. Zidane supo encontrar en 'El Pajarito' ese oxígeno extra que necesitaba para volver a reinar ya fuera en España, en Europa... o en Arabia Saudí.
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