Gareth Bale firmó el primero del Real Madrid ante Unionistas. Partido con trampa para el supercampeón de España. Césped artificial, mucho frío y dimensiones pequeñas para intentar conseguir el billete de los octavos de final de la Copa del Rey. Pero el galés abrió el marcador en el minuto 18 de la primera mitad.
Sin embargo, el '11' blanco no festejó el tanto en un principio. Ninguna muestra de efusividad, así como una sonrisa después de ver puerta por primera vez cuatro meses después. Nada. Un 'festejo' extraño que no ha pasado desapercibido.
Sus compañeros acudieron a celebrar el primer tanto, el que abría la lata, y fue entonces cuando Gareth Bale sí festejó su gol. Piña colectiva y suspiro del equipo, y de todo el madridismo, no en vano ya se sabía que el Barcelona había sufrido para ganar a la UD Ibiza, a la cual vencieron en el tiempo de descuento después de ir perdiendo durante más de 70 minutos.
Un gol esperado
Desde el pasado mes de septiembre, en los primeros compases de La Liga, Bale no veía puerta. Fue contra el Villarreal el encuentro en el que 'El Expreso de Cardiff' firmó los dos únicos goles que llevaba hasta la fecha el galés. Cuatro meses de sequía y muchas dudas cerniéndose a su alrededor.
De hecho, incluso se ha llegado a hablar de una salida inminente del club de Concha Espina. Jonathan Barnett, agente del jugador, ha desmentido los rumores, tachándolos de "ridículos". El representante de Gareth Bale, ha afirmado, además, que el futbolista está contento en el equipo blanco y que quiere ganar aún más títulos con el Real Madrid.
Este tanto puede ser un punto de inflexión para el '11' merengue. Acostumbrado a marcar más a menudo, cuando se desatascan este tipo de situaciones, suelen ser el principio de muchos más goles.
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