El Real Madrid afronta el tramo decisivo de La Liga en condiciones óptimas de forma y juego. Zidane ha conseguido cambiarle la cara al equipo y las sensaciones son cada vez mejores, habiendo afianzado mecanismos con los que el conjunto merengue cada vez muestra mayor solvencia en el campeonato.
Es un secreto a voces que el Real Madrid es uno de los equipos más difíciles de batir del mundo. La temporada empezó de forma muy inestable para los blancos, dejando escapar puntos decisivos y mostrando un juego errático en el que nada parecía funcionar. Sin embargo, en pleno ecuador del curso, el equipo funciona como un reloj suizo y todos los jugadores aportan su granito de arena a la causa.
Zidane no sabe lo que es perder desde el pasado 19 de octubre. Fue en Son Moix ante el Mallorca, en un partido en el que el técnico francés 'puso' su cargo sobre la mesa, jugándose su continuidad, y sobre todo su credibilidad, al frente del nuevo proyecto que estrenaba el Real Madrid.
Aquel partido fue un punto de inflexión y el equipo fue subiendo como la espuma hasta estabilizarse en la parte alta de la clasificación. 2020 ha empezado de forma pletórica para el equipo. Y es que después de haber ganado la Supercopa de España al Atlético de Simeone, los números no dejan lugar a dudas: el Real Madrid es una roca en defensa y un martillo en ataque.
Letales fuera de casa
Conocido es que los blancos han hecho del Santiago Bernabéu un fortín esta temporada. Sin embargo, menos difusión ha tenido la solvencia que el equipo ha mostrado fuera de casa recientemente. Si en los 13 partidos que ha jugado como visitante este curso acumula 26 goles a favor, en los últimos tres ya suma nueve tantos. Getafe, Valencia y Unionistas, tres equipos de la parte alta de la tabla, han sufrido la contundencia merengue.
Getafe y Unionistas fueron víctimas blancas en el Coliseum Alfonso Pérez y Las Pistas, respectivamente. Valencia lo fue en 'territorio neutral' en las semifinales de la Supercopa de España, aunque fue el Real Madrid quien jugó con la vitola de visitante.
Hubo muchos partidos en la primera vuelta que terminaron empate: 1-1, 0-0... El equipo no carburaba y una prueba de ello es que ahora tiene una dinámica muy diferente. La letal media de tres goles por partido fuera de casa en 2020 dispara las aspiraciones del equipo. Y es que en la segunda vuelta tendrá los platos fuertes en casa; desde a Barça al Atlético de Madrid.
Visitas asequibles en Liga
Esta estabilidad fuera del Bernabéu es clave para lo que viene ahora en Liga. Y es que el Real Madrid tiene que visitar campos como el José Zorrilla (Valladolid), El Sadar (Osasuna), Ciudad de Valencia (Levante) o el Villamarín (Betis) en las próximas semanas. La mayoría no son equipos complicados, pero pondrán puntos claves en juego para conseguir el título.
El campeonato de la regularidad es el gran anhelo de Zidane y el técnico francés sabe que el Real Madrid no se puede despistar en su pugna con el Barcelona. Los pequeños detalles marcan la diferencia y en La Liga todo suma. La prioridad es seguir manteniendo el pulso a los de Quique Setién, imponerse en El Clásico y esperar a que ellos pierdan puntos para poder distanciarse y tomar ventaja.
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