"Lo conozco desde hace mucho tiempo porque miro la liga francesa", fue lo que dijo Zinedine Zidane al ser preguntado el pasado viernes en rueda de prensa sobre cómo descubrió a Ferland Mendy. El del lateral galo, compatriota de su entrenador, es uno de los nombres de moda en el Real Madrid y es que la sensación ahora mismo es de que se ha hecho dueño del carril izquierdo blanco, empujando a un histórico como Marcelo al banquillo.
Mendy ha ido de menos a más con el paso de los meses hasta el punto de ser ahora el elegido para los días grandes. Se ha visto en las dos últimas semanas, en las que Mendy ha jugado los partidos de Liga y Marcelo los de Copa del Rey. Este sábado en el derbi tuvo uno de sus mejores partidos como jugador del Madrid y de una genial combinada de Vinicius y un centro suyo nació el gol de Benzema que dio la victoria a los blancos.
"Es un jugador competitivo porque tiene calidad, mucha calidad. Le gusta competir, los duelos... Muchas cosas. Lo está demostrando y solo lleva seis meses aquí. Se está impregnando de lo que es el Real Madrid", decía también Zidane sobre él tres días atrás. Mendy se ha ido ganando poco a poco al vestuario y a la afición. Varane explicó tras ganar al Atleti el misterio de por qué le regalaron un ladrillo en Navidades: "Por los palos que mete en los entrenamientos...", dijo el central cariñosamente.
El éxito de Mendy es mérito de Zidane, que pidió el pasado verano expresamente su fichaje. El técnico francés arriesgó y decidió dar salida como cedido a Reguilón, una de las pocas buenas noticias de la pasada temporada, para apostar por el lateral revelación de la Ligue-1 que apenas había comenzado a destacar en el Lyon. Pero Zidane ya le seguía la pista desde hace mucho y es que, como él mismo reconoce, sigue muy de cerca todo lo que pasa en su país.
Pocos entrenadores hay en el mundo del fútbol con un control igual del mercado francés. Zidane lleva años siendo el mejor ojeador del Madrid en el país galo. Ocurrió en verano de 2011, cuando recomendó el fichaje de un desconocido Varane, que hoy es pilar fundamental del equipo, y lo hizo meses atrás con Mendy. No es casualidad su fijación en una liga de la que tiene un especial control y predilección a la hora de seguir jugadores.
La relación con Mbappé
Otro caso es el de Kylian Mbappé, del que ha seguido meticulosamente su crecimiento en la Ligue-1 desde su surgimiento en el Mónaco hasta su fichaje por el PSG. Sueña con tenerle algún día en su equipo, como Mbappé sueña con seguir algún día los pasos de su ídolo. Los guiños en público entre ambos se han intensificado este año y en el Madrid tienen claro que con Zidane en el banquillo será más factible que el delantero galo acabe más pronto que tarde vistiendo la camiseta blanca.
El futuro del fútbol francés
A estas alturas, Zidane no va a descubrir a nadie a Mbappé, pero sí a un puñado de jugadores del campeonato francés que viene siguiendo desde tiempo atrás. Es el caso de Eduardo Camavinga, del Rennes, que con 17 años se ha colado entre los mejores de la liga y ha llamado la atención de equipos como el Real Madrid. También a tres futbolistas del Lille, el equipo revelación de las últimas dos temporadas en Francia: Gabriel, Soumaré y Oshimen. Por último está el caso de Rayan Cherki, la perla del Lyon de solo 16 años que ya ha empezado a dejar sus primeros destellos entre los grandes. Zidane le sigue la pista desde hace tiempo. En verano, alguno de estos nombres sonará fuerte.
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