El Real Madrid atraviesa su momento más dulce de la temporada, sobre todo en Liga. Los blancos son líderes del campeonato, con tres puntos de ventaja sobre el Barcelona (46), su máximo perseguidor. Todo ello en un momento clave del curso, a pocas semanas se empezar la fase final de la Champions y afrontar el tramo donde se deciden los títulos.
La solvencia defensiva está siendo la gran virtud del nuevo Real Madrid que ha confeccionado Zidane en los últimos meses. Un equipo férreo, sin apenas fisuras y que mejora su rendimiento con el paso de las jornadas. Los 13 goles encajados en 22 partidos de Liga convierten al equipo en el que mejores números atesora entre los grandes europeos. Una transformación que se explica en cinco claves.
La pareja Valverde-Casemiro
Zidane ha conseguido encontrar con Fede Valverde la estabilidad que necesitaba el equipo. Es el mejor socio de Casemiro, y desde que juega con asiduidad el Madrid ha incrementado su capacidad de despliegue físico.
Ambos forman un tándem para recuperar, destruir y sostener la medular, sin llegar a descuidar la faceta ofensiva con llegada desde segunda línea. La conexión urugayo-brasileña está siendo uno de los grandes descubrimientos del técnico.
Courtois, un muro
La portería dejó de ser un pozo de oscuridad y dudas con la salida de Keylor Navas al PSG. Zidane apostó todo por Courtois, transmitiéndole la confianza necesaria para intentar recuperar al que había sido uno de los mejores porteros del mundo en el Chelsea y el Atlético de Madrid. Un objetivo que ha conseguido con creces, hasta el punto de que ya no se escuchan críticas en Concha Espina.
Thibaut funciona como un reloj suizo: decisivo desde los once metros, seguro en disparos de media distancia y resolutivo en cualquier mano a mano. El belga es un cerrojo atrás y su seguridad bajo palos se ha transmitido a todos sus compañeros. Un líder que era necesario en los partidos.
Laterales profundos y sin espacios
En la anterior etapa de Zidane los laterales ya fueron claves, y ahora lo vuelven a ser. Mendy y Carvajal son fijos en ambas bandas. Los dos zagueros viven un momento de plenitud física incontestable: atacan y defienden con solvencia, dando descanso mental a muchos de sus compañeros en tareas de repliegue.
Desde ambos carriles se han dado diez asistencias esta temporada, siendo un elemento fundamental en la parcela ofensiva. Sin embargo, no descuidan su espalda y no dejan huecos. Especialmente dulce es el momento de Mendy, que ha sabido aprovechar las ausencias por lesión de Marcelo para hacerse indiscutible con Zidane.
La dupla Ramos-Varane
Otro de los pilares defensivos del Real Madrid es la dupla que forman Sergio Ramos y Raphael Varane. Los dos colosos de la zaga llevan juntos casi una década en el Real Madrid y atraviesan uno de sus mejores momentos deportivos. El liderazgo que ejercen desde atrás está siendo clave esta temporada.
El galo está siendo clave para arropar la veteranía del sevillano y ha conseguido mejorar su rendimiento respecto a temporadas pasadas. Varane lleva dos meses a un nivel sobresaliente, siendo de los mejores de la plantilla. Incluso en este 2020 se ha destapado en ataque con dos goles ante el Getafe en Liga y uno contra Unionistas en Copa del Rey.
Trabajo colectivo
Al margen de todo lo anterior, la gran clave de todo está siendo el sacrificio defensivo colectivo de todos los jugadores que se enfundan la elástica merengue. Nadie camina por libre y el Real Madrid ya no se fragmenta como a principio de temporada. Todos defienden en bloque, con presión alta y trabajo en grupo.
Los equipos rivales sufren al enfrentar a los blancos, ya que la recuperación tras perdida se ha convertido en una filosofía fundamental en Concha Espina. Los Isco, Modric, Benzema y compañía ayudan siempre, hasta el punto de haber conseguido formar un equipo muy rocoso.
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