El Real Madrid dijo adiós a la Copa del Rey este jueves. El conjunto blanco cayó derrotado contra la Real Sociedad en el Santiago Bernabéu en el que, seguramente, fuera el peor partido de los merengues en los últimos meses. Una primera parte insulsa y un inicio de la segunda mitad nefasto condenaron al Madrid en los cuartos del torneo del KO ante un digno rival que se hizo fuerte ante las permisiones de los locales.
No hay que quitar mérito a la Real de lo que consiguió en el coliseo blanco. Los de Imanol Alguacil fueron superiores al líder de La Liga y, además, supo sufrir cuando tuvo que hacerlo con el empuje final de los blancos, que por poco no mandó el partido a la prórroga. Mejoró el Madrid en la recta final del partido, minimizando el daño de la eliminación, pero el partido dejó varios detalles negativos a destacar.
Las rotaciones de Zidane
Es fácil decirlo, pero Zidane se equivocó con su equipo. Seguramente, el técnico francés dé más importancia a La Liga y la Champions que a la Copa y, por eso, rotó contra la Real, pese a jugarse el pase a semis ante un rival complicado y a partido único. Solo Sergio Ramos se mantuvo de la defensa titular y se notaron bajas importantes como la de Casemiro.
Los grandes señalados que deja el partido son Marcelo, Nacho y James. Los laterales fueron dos agujeros en defensa, aunque curiosamente fueron autores de dos de los goles blancos. El colombiano pasó de puntillas por el partido -solo tuvo una ocasión desde la frontal- y fue sustituido en el descanso otra vez por molestias. Tampoco Areola, Militao y Brahim respondieron a la oportunidad de Zidane.
Sobrepasado por Odegaard e Isak
El Madrid se vio arrollado por un noruego y un sueco. Uno le pertenece y otro estuvo a punto de hacerlo años atrás. Odegaard e Isak fueron los que mejor supieron ver las debilidades blancas para golpear al equipo de Zidane. El primero dejó un gol -que no celebró- y desbarató la zaga blanca con goles imposibles como el del tanto anulado de Isak.
El delantero sueco se desmelenó ante el Madrid y tuvo una noche histórica donde, justamente, los grandes pasan a la historia. El Bernabéu no se le quedó grande. Originó la jugada del gol de Odegaard, le anularon un gol, hizo otros dos que sí subieron al marcador y dio la asistencia del cuarto. Cuando Martin e Aleksander salieron del campo, el Madrid soñó con la remontada.
El mal momento de Marcelo
A Marcelo se le empiezan a acabar las pocas excusas que tenía para jugar por delante de Ferland Mendy en partidos como el de ayer. El brasileño fue un agujero atrás y arriba tuvo apenas pequeños detalles. A este Madrid no le compensa lo que supone Marcelo en ataque y renunciar a la solidez defensiva que aporta Mendy.
El Bernabéu no tardó en cansarse de Marcelo y los huecos que dejaba atrás en defensa. En la captura de los goles, el segundo capitán blanco no aparecía o llegaba siempre tarde. Recuperarle parece cada día más difícil.
Areola, desafortunado
Hasta ahora, el portero suplente del Madrid se habría mostrado seguro bajo palos. No contra la Real Sociedad, ante la que falló en los goles. Sobre todo en el primero, Areola no atajó un disparo de Isak sin demasiado peligro y su mal rechace dejó a Odegaard en una situación privilegiada de cara a puerta. Tampoco el tiro del noruego fue el mejor, pero el balón acabó pasándole por debajo de las piernas al francés.
Hubo un tiempo en el que hasta se abrió el debate entre Courtois y Areola, pero este jueves se echó de menos al belga en la portería.
Falta de contundencia
El peor síntoma que dejó el once del Madrid fue la falta de contundencia. Que el Madrid de esta temporada sea el mejor en defensa desde los años 80 es culpa, sobre todo, de la presencia de jugadores como Casemiro, Mendy, Valverde o Varane. Solo el uruguayo jugó ayer y lo hizo en una posición retrasada, en la que no pudo desempeñarse como acostumbra con sus arrancadas.
La nota positiva: el mejor Vinicius
Otra vez brilló Vinicius cuando se vio al peor Madrid. Como el año pasado. Como si el tiempo hubiera retrocedido doce meses atrás. Encaró, regateó y pidió el balón cuando más le quemaba al Madrid. En definitiva, capitalizó el peligro blanco y dio alas al equipo con su gol anulado (y del que se echó en falta una repetición durante la retransmisión). Ese es el camino a seguir para Vinicius, al que le salía todo contra la Real y se le veía especialmente inspirado en la dificultad que entrañó el partido.
[Más información: Isak y Odegaard destrozan al Real Madrid y meten a la Real Sociedad en semis de Copa del Rey]