Thibaut Courtois ha alcanzado su punto de madurez como portero del Real Madrid esta temporada. El guardameta se ha asentado a base de grandes paradas y ha empezado el 2020 en un estado de forma espectacular. Lejos quedan las dudas que generó en su primera temporada. Ya se ha ganado a la grada del Santiago Bernabéu y su nivel le ha devuelto al primer plano mundial.
Después de hacer olvidar el debate en la portería que se producía temporada tras temporada en los últimos tiempos, el objetivo del belga es que un guardameta blanco vuelva a ser Zamora. Desde que Iker Casillas lo ganase en la temporada 2007/2008, ningún otro portero del Madrid lo ha vuelto a ganar. De hecho, Courtois lo ganó dos temporadas seguidas con el Atlético de Madrid.
El portero blanco fue nombrado el jugador del mes de enero por La Liga y no es para menos después de ver sus números. El último en ganar este galardón fue Cristiano Ronaldo en la temporada 2017/2018, una forma más de valorar el gran momento de forma por el que pasa la plantilla de Zinedine Zidane a pesar de la eliminación de la Copa del Rey.
Números de Zamora
Courtois ha encajado en lo que va de 2020 solo tres goles y ha ayudado a que el equipo aún no conozca la derrota en lo que va del año en La Liga. De hecho, en Liga han sido solo dos, uno en el Santiago Bernabéu ante el Sevilla y otro ante Osasuna el pasado fin de semana. Y no es que al portero belga no le hayan chutado entre los tres palos durante los últimos encuentros.
El portero está siendo decisivo con las ocasiones que le crean al equipo y está interviniendo para evitar goles. En los últimos 28 tiros a puerta que le ha recibido el belga, ha parado 25. Courtois llegó para marcar las diferencias debajo de los palos y está guardando las mallas blancas como se esperaba. La confianza que le brindaba Roberto Martínez, seleccionador de Bélgica, que le llevó a tener una gran marca con su combinado nacional, también se está viendo ahora defendiendo el escudo madridista.
El belga ha dejado en el olvido las dudas que se crearon al principio de la temporada y se ha vuelto a convertir en uno de los mejores del mundo con su fantástico estado de forma. Ese partido ante el PSG en París o el descalabro que finalmente terminó en empate ante el Brujas han evolucionado hasta el punto de ser determinante en la final de la Supercopa de España ante el Atlético.
Base de la mejora defensiva
El vínculo que ha creado con el resto del entramado defensivo de Zidane es vital para que toda la plantilla haya mejorado su rendimiento en esta faceta. La plantilla sabe que si mira hacia atrás tiene un guardameta del máximo nivel y, aunque la prioridad de cualquier equipo es conceder el menor número de oportunidades posible, tienen en mente que Courtois es capaz de frenar a cualquier ataque.
La confianza es la base de que el equipo se haya convertido en el que menos goles encaja de La Liga. Que la defensa se entienda con su portero, que le fíe balones a la hora de iniciar un ataque, que las broncas dejen paso a las felicitaciones y a los ánimos, son hechos que se ven partido tras partido y que ponen en situación a todo aficionado que se fije a la hora de pensar que hay cierta seguridad cuando el equipo rival ataca.
Courtois tendrá una nueva prueba ante un necesitado Celta para seguir demostrando su gran estado de forma. Desquiciar a los gallegos que luchan por no complicar su estancia en la Primera División será el primer paso para sumar otros tres puntos que acerquen al equipo al reto de volver a levantar el título liguero. El Santiago Bernabéu espera que no aparezca demasiado para no sufrir, pero esa penuria es menor al saber que Thibaut Courtois está bajo los palos de la portería que defiende el Real Madrid.
[Más información: Thibaut Courtois, el muro]