La temporada está a punto de entrar en su ecuador definitivo. El tramo donde se deciden los títulos. La balanza que determina el éxito o el fracaso de los proyectos. Y Zidane quiere devolver al Real Madrid a la senda del triunfo como en su anterior etapa, cosechando títulos de Champions y Liga.

Para cumplir este objetivo, el técnico francés sabe que las dos próximas semanas, a contar desde este mismo domingo 16 de febrero de 2020, son trascendentales. En 15 días el Real Madrid se juega la temporada. Y es que Manchester City y Barcelona serán los dos partidos que determinarán buena parte de las opciones blancas para terminar el curso en Cibeles. 

Objetivo Champions

La eliminación en Copa del Rey ha limitado las opciones de títulos a La Liga y la Champions. La máxima competición continental será la primera prueba de fuego, ya que el próximo 26 de febrero Pep Guardiola visitará el Santiago Bernabéu con motivo de la ida de octavos de final. 

El camino hacia la 'Orejona' empieza en Madrid y termina en Estambul. O al menos eso es lo que quieren la plantilla y el cuerpo técnico del conjunto blanco. Para ello primero deberán eliminar a un Manchester City que atraviesa su peor momento deportivo en los últimos. 

Esta será una de las bazas que deberá aprovechar el Real Madrid. Y es que el conjunto inglés llegará a territorio blanco con muchas dudas deportivas y extradeportivas. A la mala temporada que están firmando (a 22 puntos de un Liverpool líder en la Premier League) se ha unido la sanción UEFA de dos años sin disputar competiciones europeas por incumplir el Fair Play Financiero. Algo que crea incertidumbre en el equipo.

El Clásico de marzo

La falta de concentración queda pueda pulular en el vestuario del City es algo que debe explotar el Real Madrid. Y es que se trata de un partido clave para viajar a Manchester en marzo con la eliminatoria encarrilada, además de poder afrontar el segundo Clásico de la temporada con una inyección de confianza.

Precisamente, el duelo ante el Barça que se disputará el 1 de marzo será la guinda a este Tourmalet improvisado de principio de la segunda vuelta. Se trata de un partido en el que los blancos pueden sentenciar La Liga, ya que actualmente han estado aventajando al Barcelona en tres puntos.

El liderato del Madrid puede asentarse ante los de Quique Setién. Además, el equipo tiene una cuenta pendiente con el Barcelona, ya que en la ida fueron mejores en el Camp Nou pero no materializaron la superioridad en goles. 

La recuperación de Hazard

Para estas semanas Zidane tiene aún retos por delante. Uno de ellos es el de conseguir recuperar a Eden Hazard. El belga ya está disponible y ha sido incluido en la convocatoria ante el Celta de Vigo: la primera vez que reaparece en una lista desde finales de noviembre (PSG). 

El plan con el ex del Chelsea es que pueda llegar al partido contra el Manchester City y, por supuesto, al Clásico. El plan 30-60-90 será la fórmula de Zidane para intentar que el '7' este en condiciones para ser de la partida y ayudar al Real Madrid. 

Afianzar el gol y mejorar atrás 

Además, el Madrid necesita afianzar la mejora ofensiva que ha experimentado desde que empezó 2020. El equipo pecó de falta de gol durante la recta final del curso pasado, algo que le costó empates valiosos ante equipos como Barcelona (0-0), Valencia (1-1) y Athletic Club (0-0). 

Ahora todo ha mejorado: 10 partidos y 24 goles por delante, frente a los 50 conseguidos en los primeros 24 choques de temporada. Una media de 2,4 tantos por encuentro desde que comenzó 2020. Eso son los nuevos registros que maneja el Real Madrid de cara a portería. Con goleadas a equipos como Getafe (0-3), Osasuna (1-4) y Zaragoza (0-4); y consiguiendo victorias importantes ante Valencia, Atlético de Madrid o Sevilla.

A pesar de ello, lo que si debe volver a Concha Espina es la solvencia defensiva de la que tanto ha hecho gala el Madrid esta temporada. Todavía son el equipo menos goleado de La Liga, pero en los dos últimos partidos han encajado cinco goles (Osasuna -1- y Real Sociedad -4-). 

Los tantos en contra son claves en las eliminatorias de Champions y Zidane necesita volver a transmitir seguridad y despejar las dudas en defensa.

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