El Real Madrid pinchó este domingo en el Santiago Bernabéu después de empatar a dos ante el Celta. Los blancos volvieron a mostrar una imagen un poco blanda a la hora de recibir goles con muy pocas ocasiones del rival. En tres tiros a portería que hizo el conjunto gallego, encontró dos goles que hicieron mucho daño a los de Zinedine Zidane.
Con este, suma dos malos resultados después de la eliminación de la Copa del Rey ante la Real Sociedad. El equipo vasco encontró la manera de abrir el muro que había creado el técnico francés durante 21 jornadas en las que estuvo sin conocer la derrota. Este encuentro parece que minó la confianza del entramado defensivo hasta el punto de que se volvieron a ver por detrás en el marcador por tercer partido consecutivo.
En cualquier caso, los de Zidane han mantenido el liderato y el objetivo sigue estando en ganar al Barça en el Santiago Bernabéu y dar un golpe sobre la mesa. Todo esto ha sucedido a una semana vista de dos partidos que marcarán el destino del resto de la temporada. Por lo que en esta semana de trabajo que tiene por delante el equipo, será esencial recuperar esa confianza para llegar en la mejor forma posible.
Encaja con facilidad
Antes de afrontar en una semana el partido de ida de los octavos de final de la Champions League ante el Manchester City y ese Real Madrid - Barça, el equipo ha vuelto a sufrir los problemas con los goles en contra que presentó al principio de la temporada. Esas complicaciones que empezaron en el 3-0 que se llevó el equipo de Zidane del Parque de los Príncipes se han vuelto a reproducir. En esa crisis, eso sí, los blancos recibían más ocasiones que las que han sufrido recientemente.
Eso sí, en los últimos tres partidos ha encajado siete goles, unas cifras que preocupan a Zidane. Cuesta creer cómo han podido cambiar tanto las cosas en menos de un mes. Hasta el partido frente a la Real, los blancos habían encajado dos goles. El potencial ofensivo de los próximos rivales podría dar continuidad a estos números y el técnico galo tiene que encontrar la manera de solventar esta pequeña crisis.
El aspecto positivo ha sido que en estos partidos el equipo reaccionó intentando remontar, consiguiéndolo en dos de los tres encuentros. Se puso por detrás en el marcador en los tres, pero lejos de venirse abajo el equipo lo puso todo sobre el campo. Tanto en la derrota ante los Txuri Urdin como en el empate de este domingo, los pupilos de Zidane tuvieron motivos para terminar ganando los partidos.
El trabajo de Zidane
Zidane apela al carácter que ha demostrado el equipo y a recuperar el rendimiento que demostró durante la racha de partidos sin perder que acumuló la plantilla. En los 21 partidos sin perder, solo encajó nueve goles. Esa solvencia defensiva fue clave para mantener la mejor imagen de los blancos en lo que va de temporada. Por eso es tan importante que vuelva el muro.
Tiene motivos Zidane para no perder la fe, empezando por Thibaut Courtois. El portero sigue parando al nivel de los mejores porteros del mundo y, sin duda, liderará este cambio. El belga salió al rescate del equipo cuando iba 0-1 y evitó que un cabezazo a la salida de un córner ampliase la diferencia. De hecho, ante la Real no estuvo en la portería por lo que cuatro de esos siete goles no eran responsabilidad suya.
El francés también cree en su cuarteto defensivo de lujo, Carvajal, Varane, Ramos y Mendy, para sobreponerse a esta pequeña crisis y reconstruir esa pequeña grieta que se ha abierto en el muro. Zidane tendrá que decidir qué hace con el lateral izquierdo ante el Levante, pero parece innegociable que en estos cuatro caiga la responsabilidad de defender la portería en los dos partidos más importantes de la temporada.
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