El Real Madrid ha encajado los dos peores resultados de la temporada hasta la fecha en el Santiago Bernabéu. Primero cayó derrotado ante la Real Sociedad en los cuartos de final de la Copa del Rey y, esta misma semana, Zidane perdía la batalla con Guardiola ante el Manchester City.
La eliminación copera y el duro varapalo de este miércoles pasado fueron los epicentros que hicieron que el mes se haya convertido en el peor de todo lo que va del año futbolístico. En este tiempo el equipo también ha perdido en liderato de La Liga para completar un febrero para olvidar.
Pero llega un nuevo mes y para comenzarlo la cita con El Clásico supone un buen momento para marcar un punto de inflexión y olvidar esos dos fracasos. Este domingo el Barça visita el Santiago Bernabéu y el vestuario se ha conjurado para que la afición no tenga que volver a vivir una decepción en el coliseo blanco. Con todo ello, este encuentro se ha convertido en una final no solo por lo deportivo, si no también por lo anímico.
Talismán en Liga
Hay una razón a la que aferrarse para creer en la victoria. Los blancos recibirán en el Santiago Bernabéu al Barça, el lugar donde aún no han perdido en Liga. El coliseo merengue ha ido viendo cómo los rivales ligueros iban cayendo uno tras otro. La afición blanca, hasta este mes, se había acostumbrado a solo tener alegrías cada vez que iba a ver a su equipo. Esto es una circunstancia que la plantilla quiere recuperar.
El estadio de Chamartin sigue siendo el gran fuerte del equipo en la competición nacional. Después de terminar la primera vuelta invicto en casa, hasta la fecha sigue siendo una plantilla imbatible en su estadio. Para el Barça será también un desafío esta cuestión por la motivación que supone llegar al Santiago Bernabéu para arruinar esta racha.
Aunque hayan empatado cuatro veces ante equipos inferiores que han lastrado sus opciones para terminar levantando el título, la realidad es que su buena racha en Concha Espina es una buena razón para creer en las opciones del equipo de Zidane. El equipo sabe que para volver a levantar La Liga tienen que seguir haciendo de su estadio un fortín y hacerlo ante el Barça tiene un valor doble: coger el liderato y ganar el golaverage.
La dificultad de recibir al gran rival
Habitualmente tanto Madrid como Barça, en cada Clásico, juegan mejor fuera que en su estadio. En los últimos siete partidos entre ellos solo ha habido una victoria local. Ya sea por una cuestión de presión, por tener más necesidad a la hora de llevar el peso del partido cuando juegas en casa o, lejos de cualquier teoría, que sea una casualidad, la tendencia indica que los blancos sufrirán este domingo.
Para el vestuario es una motivación especial devolver a la afición al estado de felicidad de las grandes noches del Santiago Bernabéu. Los dos resultados que se comentaban hacen de esta cita una necesidad más que un Clásico cualquiera. Los de Zidane pondrán toda la carne en el asador para allanar el camino hacia La Liga, la gran alegría que quiere llevarse la afición blanca.
Hace dos años que la grada no disfruta de una victoria ante el gran rival, Zidane estaba en el banquillo en ese momento y sabe lo que significa una victoria contra el Barça, además de las consecuencias deportivas que supone volver a coger el liderato de La Liga. No hay duda sobre lo que implica un Clásico siempre que se juega. Pero el de este domingo ha cogido una importancia incomparable a los de las últimas temporadas del campeonato nacional.
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