Mariano Díaz fue uno de los protagonistas de El Clásico desde que entró por sorpresa en la lista de Zinedine Zidane. El delantero hispano-dominicano, cuya participación esta temporada hasta este domingo se resumía en 44 minutos en la Supercopa de España, fue convocado por el francés y salió desde el banquillo para jugar el descuento. Entró Mariano al campo y en la primera acción en la que intervino cerró el partido.
Una carrera en la que dejó colgado a Umtiti y un disparo que superó a Ter Stegen. El Madrid se ponía 2-0 contra el Barça, se convertía en el nuevo líder de La Liga y Mariano no podía contener la emoción. Las lágrimas de un futbolista relegado esta temporada a un rol muy secundario, pero que aún a sabiendas de ello se obcecó en seguir en el Madrid.
Porque la de Mariano es la historia de un futbolista empeñado en no renunciar a su sueño. El verano de 2018 le llegó su segunda oportunidad en el Real Madrid, pero la ilusión con la que aterrizó con el '7' a las espaldas no tardó en apagarse por culpa de las lesiones. Expectativas muy altas y rendimiento muy desapercibido.
La aventura de Mariano de blanco parecía acabarse, ahora sí definitivamente, en verano. Zidane le invitó a cambiar de aires en busca de oportunidades, pero no quiso, como tampoco este invierno.
Su gol en El Clásico le reivindica. Demostró que pese a contar con solo tres o cuatro minutos hay que salir al campo a darlo todo. Y eso hizo. Un gol contra el rival más importante contra el que puede marcar un jugador del Real Madrid, pero también un gol contra el equipo que llamó a su puerta hace solo unas semanas. El Barcelona, sorprendentemente, fue uno de los que se interesó en el delantero madridista.
Un interés en plena vorágine
Fue un interés fugaz, en plena vorágine y descontrol de la directiva del Barça por firmar un delantero. El mercado había cerrado y los azulgrana tenían que fichar un jugador de perfil ofensivo para cubrir la baja de Ousmane Dembélé. Solo podían hacerse con un jugador de La Liga, como estaba hasta ahora establecido en la normativa, pero en las oficinas culés acumulaban un 'no' tras otro.
Desde Willian José (Real Sociedad) hasta Loren (Betis) pasando por Rodrigo (Valencia), Ángel (Getafe) o Lucas Pérez (Alavés). El Barça tocó a media tabla de La Liga preguntando por sus delanteros... incluido al Real Madrid. La respuesta blanca fue un 'no' rotundo, puesto que en las oficinas merengues no se plantean en ningún momento reforzar al eterno rival.
Ahí se acabó la opción Mariano para el Barça y se acabó fichando a Martin Braithwaite, pagando al Leganés su cláusula de rescisión de 18 millones de euros.
Mariano ganó a Braithwaite
Quien durante un momento fuera un posibilidad en la cabeza de los directivos del Barça, este domingo fue su verdugo en El Clásico. Fueron 52 segundos, suficientes para que Mariano hiciera el 2-0 y diera la estocada final al equipo de Setién. Lo celebró con todas sus ganas, mientras Braithwaite veía en campo contrario como el tercer delantero del Madrid lograba lo que él no había podido. El danés tuvo 20 minutos, lo intentó según entró en dos jugadas consecutivas y poco más. Ganó el Madrid y ganó Mariano.
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