El Real Madrid volvió a ser el Real Madrid. En su casa, el Santiago Bernabéu, y ante el eterno rival, el Barcelona, los blancos resurgieron en su momento más complicado de la temporada para dar un golpe sobre la mesa y volver a ser líderes. No fue una victoria brillante en lo táctico, pero el rugir del Madrid sirvió para desbordar al eterno rival.
Zidane vive con sus ideas y así se vio en El Clásico. Decisiones que fueron criticadas en la previa del partido le acabaron saliendo bien. El técnico francés volvió a demostrar que conoce mejor que nadie a su plantilla. Este Madrid tiene mil vidas y dejó claro una vez más que nunca hay que darle por muerto.
Las decisiones de Zidane
El mérito del trabajo de Zidane esta temporada está, sobre todo, en haber recuperado a Isco Alarcón. El malagueño está siendo el mejor del Madrid en 2020 y lo fue también en El Clásico. Solo le faltó el gol -que hubiera llegado de no ser por Ter Stegen- para firmar una actuación de diez. También Vinicius, a quien su entrenador le ha dado confianza hasta en los momentos más difíciles. Ayer le llegó su noche soñada.
Pero Zidane sorprendió con la alineación de Marcelo en el once inicial. Todos daban por hecho que sería Ferland Mendy el titular y salió el brasileño. Marcelo sigue siendo Marcelo en defensa, pero aún con esas salvó un gol cantado de Messi y lo celebró con rabia. Otro que resurgió fue Mariano. Salió en el descuento y cerró el partido. Garra.
El Madrid es otro con Kroos
Quizás Toni Kroos sea el jugador más importante del Madrid cuando está bien. Se notó su ausencia ante el Manchester City y en El Clásico volvió a ser el timón del equipo. Se dejó ver por la frontal para torpedear la portería de Ter Stegen.
El centro del campo del Madrid sobrepasó al del Barça, en el que solo Busquets estuvo sólido. Kroos estuvo nítido y Fede Valverde y Casemiro mostraron un despliegue físico increíble. Con el uruguayo y el brasileño, los blancos no tienen nada que temer.
Courtois está siempre ahí
El nivel que está dejando Thibaut Courtois está temporada está siendo para que se le considere entre los mejores porteros del mundo en el próximo The Best. El belga aporta seguridad y está a tope de confianza. En El Clásico dejó en la primera mitad dos paradones que salvaron al equipo cuando peor estaba. Hace tiempo que la tranquilidad ha vuelto a la portería del Madrid y el mérito es suyo.
Las ayudas de Vinicius y Valverde
Zidane lo destacó en zona mixta. El partido de Vinicius fue muy bueno, pero sobre todo por todo lo que ayudó en defensa. Se dejó el alma en cada ataque, pero también a la hora de bajar y apoyar a un Marcelo que a veces sufre al recular. Vinicius apareció en la presión en todo momento.
En la banda contraria era Fede Valverde el que desempeñaba este papel. Carvajal, que venía de pasarlo mal en los últimos partidos, tuvo la ayuda del uruguayo y apenas pasó apuros. De Jong desapareció del mapa y fue por culpa de Fede. Desde la presión, el Madrid acabó ahogando a un Barça acabado en los últimos quince minutos de partido.
Volvió el empuje en el Bernabéu
El Madrid se llevó El Clásico con corazón. Le puso más ganas y alma que un Barcelona muy pobre hasta en eso. Los blancos cubrieron defectos como la falta de gol o la falta de claridad en la frontal con una garra que desbordó a los culés. Y ese empuje fue respondido por un Bernabéu que se volcó con su equipo.
La sintonía entre jugadores y afición regresó, cuando más se necesitaba después de haber perdido partidos importantes en casa como ante la Real Sociedad y el Manchester City. Un golpe moral para todos que carga las pilas del Madrid para lo que queda de temporada.
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