Ya es oficial. El Real Madrid - Eibar de la jornada 28 de La Liga se jugará a puerta cerrada en el Santiago Bernabéu. El duelo entre blancos y armeros está fijado para este viernes 13 de marzo a las 21:00 horas y pese a que no habrá público en las gradas del templo madridista, sí que se celebrará como estaba estipulado en el calendario.
No es un partido aislado, sino que las dos próximas jornadas del campeonato doméstico, por el momento, se jugarán en su totalidad sin público en los distintos estadios de España. La medida llega después de que los casos de infectados y fallecidos por coronavirus hayan aumentado a ritmo vertiginoso en nuestro país en los últimos días.
No será la primera vez que el Real Madrid juegue a puerta cerrada en el Santiago Bernabéu. Hace más de 32 años, el 16 de septiembre de 1987, el conjunto blanco tuvo que jugar sin el aliento del público en las gradas del estadio, aunque por un motivo muy diferente al que ahora se presenta.
La última vez, en 1987
Sobre el equipo pesaba una sanción de la UEFA por los incidentes ocurridos durante la eliminatoria de semifinales de la por entonces Copa de Europa ante el Bayern Múnich. La tensión era máxima en la ida, ambos equipos se jugaban mucho. Pero el ambiente se caldeó todavía más por las polémicas decisiones del árbitro belga Robert Valentine.
Esto desencadenó que en un lance del juego en el que Chendo y Matthaus acabaron por los suelos, Juanito pisase -en teoría la cabeza- al futbolista alemán. Pero la guerra entre uno y otro equipo no acabó ahí, ya que en el duelo de vuelta, los ultras del conjunto blanco lanzaron bengalas y una impactó en el portero rival, Jean Marie Pfaff. Por este percance, el partido comenzó con 12 minutos de retraso.
Las consecuencias llegaron después. La UEFA sancionó al Real Madrid con jugar dos partidos a puerta cerrada y a Juanito con la prohibición de disputar torneo continental con el conjunto blanco, además de no participar con la selección española hasta el 31 de junio de 1992.
El club de Concha Espina recurrió ante el máximo estamento del fútbol europeo y la sanción se redujo a un encuentro sin público en el Santiago Bernabéu y a disputar el segundo a más de 300 kilómetros de distancia de su estadio. Ante este escenario se presentó el Nápoles de Maradona en la capital de España para jugar el denominado como 'partido del silencio'.
EL ESPAÑOL ha podido hablar con dos de los protagonistas de aquel duelo. Santillana y Paco Buyo, leyendas del Real Madrid, recuerdan una sensación extraña al ver el estadio sin gente. "Fue devastador. Estabas acostumbrado a subir los escalones para entrar en el césped y ver toda la grada vacía, no tenías las impresión de que ibas a jugar un partido de fútbol. Realmente fue extraño", recuerda Santillana.
Para Buyo fue "muy extraño" ver así el estadio y más en un partido tan importante de la Copa de Europa: "Acostumbrado a ver el Bernabéu lleno, más en Champions que se crea una atmósfera muy especial, un ambiente extraordinario, pues ver el campo vacío fue una sensación desagradable y extraña a la que no estábamos acostumbrados ni mucho menos".
Tanto Santillana como Buyo destacan la sensación de escuchar todo lo que se decía en el campo y a un volumen altísimo. "Lo que más me llamaba la atención era todas esas palabras y gritos que damos en el campo y cómo retumbaban en el Bernabéu. Si uno decía una palabrota o esas cosas que se dicen durante un partido de fútbol pues se oían, pero retumbando", comenta el capitán del Real Madrid aquel día.
Por esta condición de portador del brazalete, Santillana protagonizó otro curioso hecho: "También me llamó la atención que en aquella ocasión éramos capitanes Maradona y yo y la verdad que la sensación esa de estar en el centro del campo para saludarte antes del partido y esas cosas, pues claro nadie aplaudía, era extrañísimo".
Y también se escuchaban esos gritos o palabras que se dicen a un rival y que otras veces quedan silenciadas. "Sobre todo también lo que uno suelta cuando estás a 180 pulsaciones por minuto, lo que puedes decirle a un contrario que son cosas que quedan entre nosotros en un terreno de juego. Que no pasa nada, pero que allí se grabaron todas", comenta entre risas.
Buyo rememora aquel partido por sus pequeñas curiosidades: "Recuerdo perfectamente que había 'x' personas del Nápoles, más nuestros empleados escondidos estratégicamente. Se oía todo, era curioso. Pero lo que más me impactó, aunque esa sensación ya la habíamos vivido alguna mañana entrenando en el Santiago Bernabéu es que golpeabas el balón y se escuchaba perfectamente el eco que producía el estadio".
"Y luego también los gritos de los propios jugadores se escuchaban perfectamente. Los porteros solemos tener más dificultades, sobre todo cuando jugamos con la delantera, para comunicarnos y fue muy sencillo porque te escuchaban. Pero fue una sensación general desagradable porque el público es una parte importante del fútbol y del espectáculo y cuando no está lo echas en falta, lo tengas a favor o en contra", continúa.
"Los profesionales estamos acostumbrados a vivir con esa adrenalina que te transmite el público y sí que fue una sensación demasiado extraña. Una experiencia que nos tocó vivir, aunque para nosotros fue muy positiva porque ganamos a uno de los mejores equipo del momento", añade el mítico portero gallego.
Santillana señala que la sensación al acabar el partido fue distinta a cuando se juega con la afición en la grada: "El resultado era bueno (2-0), pero también sabíamos que había un partido de vuelta. Y bueno entre que no había público y tal, pues prácticamente fue como que acabáramos de tener un entrenamiento. No era tanta alegría primero porque quedaba un partido de vuelta y también porque es la gente la que nos da ánimos".
El caño a Dios
El Real Madrid se llevó la victoria en un Santiago Bernabéu sin público por 2-0, con goles de Míchel -de penalti- y de Tendillo. Pero, además, lograron pasar la eliminatoria al empatar en Nápoles a 1. Un partido, el de ida, que no solo pasó a la historia por jugarse a puerta cerrada, sino en el que sucedió también una curiosidad que seguro no ha olvidado Chendo: su caño a Maradona.
Se internó por su banda derecha Chendo y allí le salió al paso 'El Pelusa'. Para irse de él, el madridista le tiró un caño. Un caño que hasta los comentaristas no pasaron desapercibidos. Pero es que ese encuentro de la Copa de Europa es recordado por ser la mejor actuación del actual delegado del equipo.
Cerrado por coronavirus
LaLiga emitió un comunicado anunciando la medida de cerrar los estadios por el coronavirus: "Según información del Consejo Superior de Deportes (CSD), los partidos de LaLiga Santander y LaLiga SmartBank se jugarán a puerta cerrada, desde el día hoy y durante al menos las próximas dos semanas".
Sobre la decisión, Santillana muestra su postura a favor del cierre: "Teniendo en cuenta las medidas tomadas por el Gobierno, no solo en el deporte sino en todo, es lógico. Pero claro el tema es hacer lo mismo con todo tipo de aglomeraciones. En el Santiago Bernabéu caben 85 mil personas y vienen de muchos sitios. Luego hay miles de estudiantes que no pueden ir a estudiar, pues es lógico que se tome una medida como esta".
"Cuando se reúne mucha gente hay más probabilidad de que pase algo. Lo que pasa es que no estamos acostumbrados a este tipo de situaciones y de medidas excepcionales en este país. Creo que ha faltado un poco el mensaje de tranquilidad, una pedagogía en ese sentido. Me parece muy bien que se juegue a puerta cerrada, hay que hacerlo", asegura un Santillana que ve que la situación será más complicada para los equipos pequeños.
"No es habitual ver un partido así y sobre todo será más complicado para los equipos pequeños, los que se juegan cosas importantes, porque se juegan mucho y no estar rodeados de su afición es un hándicap, pero hay que tomarlo como una excepcionalidad. Lógicamente se van a cometer errores, pero poco a poco se irá mejorando, la información... Todo nos ha pillado por sorpresa, pero confiemos en los gobernantes, que haya tranquilidad y aceptar la situación", afirma.
Paco Buyo también opina que es acertada la decisión de jugar sin público: "Yo creo que es una medida acertada. Ante todo está la salud de los profesionales, de técnicos, empleados, etc., pero por encima de todo está la salud del aficionado. Es recomendable que no haya concentraciones de público, es una medida que se está tomando en Europa y creo que es acertada".
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