El Real Madrid no descansa pese al parón del fútbol europeo por la crisis del coronavirus. En tanto que se decide el futuro inmediato -en la medida de lo posible- de las principales competiciones, el club blanco está en la obligación de empezar con la planificación de la próxima temporada por las fechas en las que estamos. Los nombres están sobre las mesa y uno de los que más sonará será el de Gareth Bale.
El galés cumplió este lunes un año. No un año que hubiera que celebrar, puesto que se hacían doce meses del último gol que metió con la camiseta del Real Madrid en el Santiago Bernabéu. Un 16 de marzo de 2019, Bale metía con su derecha y a pase de Marcelo el tanto que ponía el 2-0 definitivo contra el Celta de Vigo. Desde entonces, el público madridista no ha podido celebrar en primera persona un gol de una de sus teóricas grandes estrellas.
La luz de Bale se ha ido apagando en el Madrid y lleva perdiendo peso en el equipo desde hace un tiempo. Sus números esta temporada lo demuestran. Solo ha participado en 18 partidos y apenas lleva tres goles. El último de ellos en Liga llegó en septiembre y en este 2020 sus apariciones se reducen en tres hasta el momento del parón. Su situación se agravó en las semanas previas a la paralización del fútbol.
16 minutos en tres partidos
Bale está desaparecido. Zidane parece haberle puesto la cruz de manera definitiva y es que los tres últimos partidos su participación es de solo 16 minutos. Todo ese tiempo lo jugó contra el Manchester City, luego tuvo que ver El Clásico y el partido contra el Betis desde el banquillo sin ni siquiera salir a calentar.
En estas circunstancias, cualquiera entendería que los caminos de Bale y el Madrid están destinados a separarse el próximo verano. No lo tienen tan claro desde las oficinas blancas y no por la posición de Bale. Su tiempo en el equipo se ha acabado y desde el pasado verano se le ha intentado colocar. No se pudo y la situación se podría repetir dentro de unos meses, si el jugador y Jonathan Barnett, su representante, no ponen de su parte.
Los mensajes más recientes que han salido de Barnett son de que Bale se quiere retirar en el Madrid y que está encantado con su vida en la capital española. Portazo a su salida. Las palabras del propio Bale dejan más abierta la puerta y es que apenas hace unos días confesaba que no iba a jugar al fútbol "para siempre", aprovechando la apertura de su segundo restaurante.
Tiene contrato hasta 2022 y parece decidido a cumplir. No lo ven así en el Real Madrid. Un mar de dudas rodea el futuro de Bale y todo apunta a un frente abierto que se producirá el próximo verano mientras se busca un pretendiente. Se avecina lío... si es que el coronavirus lo permite.
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