La polémica del viaje a Serbia en mitad de la cuarentena por coronavirus no le ha ayudado nada a Luka Jovic. El delantero cogió un avión de Madrid a Belgrado esta semana, en principio, ignorando las órdenes del club. El propio jugador aclaró que tenía permiso del club, por lo que la entidad no tenía nada que ver. El problema fue que el confinamiento en el país del Este de Europa es más restrictivo que en España. Vieron al jugador por la calle y la Policía le ha retenido en el país durante unos días.
El delantero serbio no está teniendo el inicio de carrera deseado por ningún jugador en el Real Madrid. Esta anécdota no hace más que engrosar un expediente bastante negativo. Arrancar tu carrera en el club blanco, viniendo desde fuera y sin entender lo que significa defender este escudo no es una labor sencilla. Pero el ariete tampoco ha puesto de su parte para hacer las cosas más fáciles. Aún sin conocer el idioma, Jovic es un extraterrestre en el vestuario y solo Modric le intenta integrar.
Las buenas sensaciones que destapó la temporada pasada en el Eintracht de Frankfurt no han hecho su aparición durante su corta etapa con la camiseta blanca. En las oficinas del Santiago Bernabéu siguen buscando los 27 goles que marcó en la 2018/2019 que les convencieron para romper la banca con su fichaje. Aunque el nivel de la Bundesliga y el de La Liga no tienen nada que ver, la adaptación de Jovic está siendo más complicada de lo que esperaban.
Sin gol
Tampoco ha tenido las cosas fáciles Jovic. El jugador no ha contado con muchos minutos esta temporada. Karim Benzema lo ha jugado prácticamente todo. El delantero francés es un agujero muy difícil de llenar. Sustituir a alguien que ya es leyenda del Real Madrid puede pesar. Pero la realidad es que el serbio no ha conseguido ni ponerle un poco las cosas complicadas.
Además, en esos minutos que ha tenido no ha podido demostrar el motivo por el que el Real Madrid pagó 60 millones por él: paliar la falta de goles que había sufrido la campaña anterior el equipo. La entidad sabía que su primer año no iba a ser el mejor, pero sí esperaba que a estas alturas hubiera superado la barrera de los 10 goles. Ni a Zidane le encanta lo que ve en los entrenamientos de él, ni Jovic sobre el terreno de juego ha hecho por hacerle cambiar de opinión.
Su momento llegó en la Supercopa de España. La lesión de Benzema le dio la titularidad en dos partidos muy importantes, pero pasó más bien desapercibido. Se fue sin ver portería, aunque sumó para el equipo con acciones que vislumbraban el delantero que no se ha terminado de ver de blanco. Era el momento para cambiar la temporada y lo único que consiguió fue que Mariano tuviera sus primeros minutos en la campaña, a pesar de que tampoco contase con la confianza de Zidane.
Expediente pesado
Dos goles en 770 minutos se quedan muy cortos para lo que se esperaba de su figura y, sobre todo, para lo que se le pide a un delantero del Real Madrid. Ha tenido participación en 24 partidos, por lo que esa cifra de los 10 goles a estas alturas no era exagerada. Zidane quería encontrar su Álvaro Morata de la temporada del doblete. Por ahora, por sus cifras, tiene en el banquillo algo más parecido al Borja Mayoral que tuvo durante un año en su plantilla sin llegar a cumplir las expectativas.
Aún le quedará tiempo cuando regrese la competición para redimirse, pero este episodio de irresponsabilidad que ha vivido en estos días le ha marcado de cara a la afición. Todo pasa por aprovechar los minutos que le de Zidane en esos partidos que restan para acabar la campaña, siempre que el parón por el Covid-19 encuentre su final antes del 30 de junio. Los nombres siguen saliendo para completar el ataque blanco para la 2020/2021 y el hueco de Jovic se está cerrando.
Jovic se ha disculpado por su acción y ha asumido que correrá con las consecuencias que lleguen en un acto muy maduro por su parte. Pero la realidad es que lo deportivo, que es lo que le interesa a la grada del Santiago Bernabéu, no está compensando su fichaje hasta ahora. Pero no hay mejor redención que levantar a la grada con lo que mejor sabe hacer: marcar goles.
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