El coronavirus nos dejó sin Eurocopa de fútbol este verano. La cita que muchos aficionados esperaban por la innovación que iba a suponer que se disputara por todo el continente y por el simple hecho de que tu nación pueda levantar el título en la final que estaba prevista en Wembley. Era la gran cita de los meses estivales junto a los Juegos Olímpicos y, como en el mismo caso de la cita que debería disputarse en Tokio, tendrá que esperar un año.
La Selección de Fútbol de Bélgica era una de las favoritas para este torneo después de su brillante Mundial de Rusia. A los mandos de este combinado hay un español que ha pasado más tiempo de su vida lejos de la península, pero nunca ha renunciado a regresar en el momento en el que le den un proyecto que ponga en sus manos un plan a largo plazo.
Roberto Martínez vive la pandemia por Covid-19 desde su querido Wigan, al norte de Inglaterra, donde emigró un día para emprender una nueva aventura futbolera. Allí, en su casa, sigue trabajando con una fecha clara en su cabeza: ese mes de junio en el que se pueda disputar por fin la Eurocopa. El de Balaguer atiende a EL BERNABÉU para hablar de la vuelta del fútbol, de sus dos belgas del Real Madrid y de su futuro.
¿Cómo vivis el confinamiento por el coronavirus allí en Wigan?
Las directrices son que puedes salir una vez al día a hacer deporte. Es una zona muy rural, entonces no se vive con la dificultad que puede ser vivir en una ciudad grande. Pero ya son siete semanas.
¿Todos en casa estáis bien?
Sí. Como teníamos noticias de cómo se iba desarrollando la pandemia en China y en Italia, intentamos avisar y poner a la familia a salvo, que tuvieran la opción de no salir de su casa. Como la liga no se iniciaba en China, nos avisaron Marouanne Fellaini, Yannick Carrasco, que estaba negociando por ese momento con el Atlético, o Moussa Dembélé. Cuando vemos la seriedad de lo que va a pasar, nos pusimos a prepararnos.
Nos pilló un poco por sorpresa es cómo afectó al norte de Italia. Allí están Thimothy Castagne en Atalanta y Romelu Lukaku en el Inter. Fue una sorpresa que fuera tan drástico. A partir de ahí hemos estructurado los días y trabajar de una manera distinta, por videoconferencia, evitando el contacto y no dejar de trabajar para estar preparados para el día que podamos volver.
Preparando la entrevista encontré una conversación tuya con Michael Robinson, en Acento Robinson y en El Día Después, hablando sobre los 'Three Amigos', ha sido una pérdida muy dolorosa
Fue una tristeza levantarse ayer con las noticias de Michael. Fue un golpe duro. Era una persona que dejaba huella. Era un ser que se hacía querer muchísimo. Siempre tenía un comentario que te marcaba. En el 95 hizo un reportaje de los tres españoles que estábamos en Wigan. Que descanse en paz.
Fue tu referente cuando empezaste a comentar partidos en Sky Sports
Es que era saltar de un barranco. Una cosa es aprender un idioma y otra ponerte delante de una cámara y tener que pensar en un idioma que no es el tuyo. En aquel momento cogía mucha fuerza de la experiencia de Michael. Él fue más allá en esa situación en la que yo me veía reflejado.
Lo que te sorprendía era el contenido que hacía. La pronunciación queda en anécdota. Era una forma de seguir el trabajo en la televisión, en Inglaterra no teníamos referentes. Era la primera vez que se hacía La Liga española. Michael siempre fue el foco de cómo seguir adelante en ese rol.
La vida sigue a pesar de que el coronavirus ha parado todo el fútbol y la intención es volver
Sí, pero hay que volver mejores. En esta situación hay dos vertientes. Una es estar bien saneados, tener la suerte de que no nos coja el bicho a los seres queridos. Lo otro es para pensar mucho, es una oportunidad para que el fútbol mejore. Ninguna liga tiene poder de decisión. Todas las federaciones y ligas están tratando de llegar a la mejor salida. En Bélgica, por la situación de los derechos de televisión, es muy probable que se termine con la competición el 4 de mayo. Ese ha sido el caso de Holanda y Francia.
En la Premier League es algo que no se puede dar. Las consecuencias serían demasiado negativas para los clubes. Todo el mundo tiene que buscar los mejores planes para terminar. Se van a dar situaciones que no veremos el fútbol de la misma manera que antes del coronavirus. No habrá partidos con grandes aficiones en el campo, se tendrá que buscar la experiencia del aficionado desde otro punto de vista. Un ejemplo es hacerla totalmente digital como se hace en Estados Unidos. Eso nos va a dar oportunidades, todos los clubes tendrán que ser creativos. Habrá una nueva normalidad, el fútbol no va a volver de la misma manera que antes.
¿Cómo crees que puede afectar que algunas ligas sí vuelvan y otras no?
Va a afectar de forma individualizada. Los clubes bien organizados y estructurados, se podrán reforzar después de este período. Otras instituciones lo tendrán muy difícil, dependiendo mucho de los derechos televisivos. Tiene que haber un trato personalizado a cada institución. UEFA está intentando dar una gran prioridad a las ligas domésticas y es lo acertado.
Hay que ayudar a que el fútbol termine de la mejor forma posible. A partir de ahí, la Champions League va a poder poner un broche final. Esperemos que la final de Agosto sea el punto y a parte de este período. No creo que haya una solución general. En cada país tiene que haber un final específico. Esperemos que no venga con daños que se puedan alargar al futuro.
¿Entiendes el miedo de los futbolistas a volver?
Sí. Tiene que haber muy buena información, todo el mundo tiene que tener claro cómo se va a llevar a cabo la vuelta. Ahora mismo hay mucha incertidumbre, no es el momento de tomar decisiones. Ahora es el momento de intentar salir a nivel humano de la pandemia, entonces nos podremos fijar en la conducta de los profesionales y dar la mejor experiencia posible a los aficionados.
Está claro que hay que ir a esa nueva normalidad de una manera sana. No hay que preocuparse, ni desde el punto de vista del profesional, ni del aficionado, ni de nadie. Ahora hay que trabajar para evitar la propagación del virus, que las instituciones médicas terminen con este período difícil y cuando la solución a nivel humano exista, será fácil dar la dirección para que el fútbol pueda volver.
¿Cómo trabaja un seleccionador sin la Eurocopa y sin fútbol que ver?
Es más preparación para lo que va a ser el gran cambio, el retraso de la Eurocopa que se jugará en 13 meses. Como seleccionador tienes que mirar a todos los jugadores jóvenes. Estamos trabajando con planes de alto rendimiento con jugadores que nacieron en el 2000 y el 2001. A partir de ahí se trabaja de una forma muy distintas, intentando poner unas estructuras muy claras para cuando los clubes vuelvan a trabajar, alinearnos para buscar el desarrollo de estos futbolistas.
También trabajamos a nivel interno para reforzar los conceptos futbolísticos y analizar los estilos de juego de todas nuestras selecciones. No se puede trabajar de la misma manera que cuando hay partidos en directo o cuando hay partidos para preparar en un futuro cercano.
El coronavirus también te quitó la preocupación de no poder contar con Eden Hazard para la Eurocopa...
Siempre fuimos muy positivos con que Eden estuviera con nosotros. Creo que Eden ha tenido muy buena reacción a la operación, siempre tienes que tener mucha conciencia de cómo se adapta y cómo pasa cada semana. Las señales han sido muy positivas. Ahora ha tenido la oportunidad de centrarse para recuperarse sin tener la ansiedad de querer estar en un terreno de juego. No hay partidos, no hay Eurocopa... es algo que nos ha beneficiado.
Hay que entender que habrá otros jugadores que, un año más en sus carreras, puede traerles una dificultad para estar en la plantilla. A nivel de equipo siempre tienes casos individuales que te favorecen y que no te favorecen. En el caso de Eden, esperemos que pueda volver a estar en un terreno de juego si La Liga se reanuda antes de finales de agosto. Tengo mucha confianza de que Eden pueda disfrutar del fútbol antes de que termine la temporada.
¿Has hablado estos días con él?
Estamos en contacto. Siempre tenemos mucha información a través de los servicios médicos. Todo ha sido muy positivo. Es un gran papá, es una persona familiar que le encanta estar en casa, entonces no ha tenido ningún problema en ese sentido. Lo bueno también ha sido la manera en la que los servicios médicos del Real Madrid han estado encima, con el plan personalizado.
El tener ese tiempo a nivel médico te ayuda muchísimo. El tiempo es siempre uno de los ingredientes que no tienes como servicio médico cuando preparas futbolistas, la falta de partidos le ha permitido esa tranquilidad.
Como seleccionador belga, ¿cómo llevaste el momento en el que Meunier lesionaba a Hazard?
Es un incidente del fútbol. Yo estaba en el Santiago Bernbaéu esa noche. Los primeros 60 minutos fueron de altísimo nivel para el Real Madrid y para Eden. Yo te diría, que de las mejores actuaciones como equipo que le he visto al Real Madrid. Fue un trance de muy mala suerte para Thomas Meunier, son dos compañeros fantásticos. El pie se queda entre la pierna de Thomas. Te puedes imaginar después del partido. Thomas estaba muy disgustado. Fueron momentos muy difíciles para Eden también.
Si Eden ha tenido muchas dificultades esta temporada, Courtois está en el punto inverso...
No ha cambiado nada. Y eso es lo bueno. Yo creo que a Thibaut, todo lo que pasaba en el terreno de juego, nunca le afectó de una manera decisiva. Era consciente de que quería mejorar sus actuaciones y, de alguna manera, estar a su nivel natural. Lo he vivido con muchísimo orgullo. Ver a Thibaut tener que seguir trabajando y llegar al nivel que ha llegado es porque está perfectamente preparado para estar en la portería del Real Madrid.
Lo fácil hubiera sido tirar la toalla o empezar a culpar a terceros cuando estás en una situación tan difícil. Thibaut hizo lo opuesto. Demostró una gran madurez, una gran autocrítica, hasta el punto de convertirse esencial en el Real Madrid. Estoy convencido de que puede marcar una etapa, no hay porteros como Thibaut en el fútbol moderno. Ha sido un orgullo verle crecer tanto a nivel humano y dar el nivel que ha dado esta temporada.
Terminabas contrato este verano... ¿En qué situación quedas contractualmente con la cancelación de la Eurocopa?
Tenemos que darle otra perspectiva. En la Federación siempre teníamos metas a corto plazo, pero también a largo plazo y a larguísimo plazo. Eso no cambia para nada. No disputar una Eurocopa puede cambiar mucho lo que tenemos que hacer juntos. Estoy convencido de que el futuro del fútbol belga está en muy buenas sensaciones, tenemos un gran talento. Pero, la verdad es que no jugar la Eurocopa puede cambiar mi situación personal.
Siempre has estado fuera de España desde que te marchaste a Wigan, ¿por qué Roberto Martínez se ha mantenido tan alejado del país?
Me gusta darle normalidad. Lo que no se ha dado es que haya un proyecto en España. Tuve 10 años muy intensos en el Reino Unido, empezando en Swansea y luego siete años seguidos en Premier League. Pero no se dio la situación. Ha habido conversaciones y posibles proyectos, pero nunca ha habido el momento oportuno en España.
Yo siempre he sido una persona de proyectos, de trabajar a largo plazo. Ahí tiene que haber una relación personal, más que una relación institucional. Geográficamente no tengo ninguna barrera, ni a ninguna institución. No se ha dado porque nunca hubo el momento adecuado.
¿Disfrutas más como seleccionador o como entrenador de club?
Nunca había pensado dedicarme a una selección a la edad que tenía. Siempre había pensado que para ser seleccionador es al inicio de tu carrera o al final. Pero estaba equivocado. Trabajar a nivel internacional te llena como entrenador, te hace muchísimo mejor. Trabajas sin margen de error, tienes que priorizar muchísimo. Lo estoy disfrutando muchísimo. Siempre cuando hablo con entrenadores les aconsejo que el fútbol internacional te puede dar muchísimo.
Son formas distintas de trabajar. El día a día en un club es totalmente distinto a nivel de selección. Esto va a nivel personal, cómo te encuentras en tu carrera y el momento en el que salen las oportunidades.
Aquí en Bélgica tenemos el proyecto de intentar ganar todos los partidos que jugamos, pero luego está el proyecto de ayudar al futbolista joven belga en la misión de reemplazar esta generación de oro: Courtois, Hazard, De Bruyne, Lukaku, Verthongen, Alderweireld, Kompany, Witsel... Es una doble labor, tengo la suerte de ser un seleccionador con un trabajo de club. Eso me ha servido para amoldarme mejor. Me ha sorprendido para bien esta experiencia.
¿Ha cambiado tu perspectiva del futuro el parón del coronavirus?
Sí, te hace pensar más en las cosas que no le das importancia en el día a día. Probablemente en el fútbol también pasa así. Siempre pensamos en lo que va más allá y, a lo mejor, es importante saborear el día a día. Es algo que tendremos que usar de forma positiva. No solo en el fútbol, también a nivel humano. Nos va a enseñar mucho si podemos salir adelante. Nos va a hacer mejores.
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