Ryan Giggs ha querido recordar algunas de sus experiencias en el Manchester United y, en especial, el tiempo que pasó al lado de sir Alex Ferguson. Con el técnico británico vivió muchas experiencias positivas, pero también algunas negativas en forma de broncas. Suyas eran muy reconocidas las peleas que tenía con algunas de sus estrellas como el propio Giggs o David Beckham.
Con Beckham llegó hasta el punto de lanzarle una bota antes de su marcha al Real Madrid: "Creo que la mayoría de las veces ocurrió por razones futbolísticas. Fue para conseguir que alguien o el jugador, perdieran esa influencia. O simplemente porque era el momento. Los caprichos de David Beckham se estaban volviendo demasiado. Discutía semana tras semana y era el momento de que ambas partes se separaran. Eso sucedió en varias ocasiones".
Giggs también tuvo varios roces: "Me peleé con él muchas veces. Bastante. Al menos seis o siete veces que me suspendieron sin sueldo por discutir con él. No siempre es fácil estar en el vestuario después de un partido y escuchar que no jugaste nada. Yo no pude tragar. Más tarde, él me demostraba que le importaba e incluso apreciaba que fuera así siempre que no me pasara de la raya, pero él continuaba multándome para demostrar quién mandaba".
Además, reconoce que estuvo cerca de acabar su etapa en el United mucho antes de su retirada: "En la temporada 2003-2004 no empecé bien. Fue el verano en que David Beckham se fue. Probablemente fue lo más cerca que estuve de salir. Mi forma no era la mejor y fue el periodo de transición en el que pasé de ser extremo a meterme más por dentro. Había perdido ese ritmo, aunque Ferguson nunca me lo dijo. Terminé la temporada bastante fuerte. De no haberlo hecho, ¿quién sabe?".
Cristiano, entre los 'protegidos'
No todos se pelearon con Ferguson. Giggs revela que hubo un grupo de 'protegidos' entre los que estaba Cristiano Ronaldo: "Hubo solo cuatro jugadores con los que Ferguson no perdió la cabeza: Eric Cantona, Bryan Robson, Roy Keane y Cristiano Ronaldo. Hicieron lo que se les pidió en el campo, por lo que Ferguson nunca sintió a necesidad de echarles la bronca. Cantona no hacía nada, no anotaba, no corría como Tévez o Rooney, no tenía influencia en el juego, pero sabía que tarde o temprano iba a hacer algo grandioso. Sabía cómo tratar a las estrellas y lo hacía de manera diferente. Era un maestro de la psicología y sacaba lo mejor de nosotros".