Gareth Bale continúa en el punto de mira. Después de volver a los entrenamientos con el Real Madrid, el galés se prepara para el regreso de la competición. Pero eso no impide que las dudas sobre su futuro continúen ciñéndose sobre él.
El pasado verano Zidane le quería fuera, después sus opciones de salida se marchitaron y el francés decidió contar con él. Pero como uno más. Su estatus de innegociable era ya cosa del pasado. Los números lo ponen de relieve: poco más de mil minutos en la 2019/2020.
En lo que se refiere a La Liga, son 992 minutos los que ha disputado 'El Expreso de Cardiff'. Bien fuera por lesión o por decisión técnica, el protagonismo de Bale ha ido decayendo. De hecho, de los últimos cinco partidos disputados por el Real Madrid en el campeonato doméstico, solo fue titular en dos, quedándose fuera de la convocatoria en uno y en el banquillo ante Barcelona y Betis.
En Champions League su balance es todavía peor. Tres participaciones en siete encuentros y partiendo desde el once titular únicamente contra el Paris Saint-Germain en el primer duelo de la fase de grupos. A estas apariciones en Liga y Europa se suman los 53 minutos que disputó frente a Unionistas de Salamanca en la Copa del Rey.
Un deseo muy lejano
Durante todo este tiempo, tanto él como su agente, Jonathan Barnett, han mantenido que quiere continuar en el Real Madrid como mínimo hasta que finalice su actual contrato en junio de 2022. "Va a estar allí, al menos, dos años más. No hay nada de qué preocuparse", dijo su agente en el mes de febrero a Deportes Cuatro.
Pese a que Gareth Bale y su representante mantienen esta postura, las vías de salida comienzan a aparecer a medida que se aproxima el mercado de fichajes del periodo estival. Desde Inglaterra vuelven a llegar los cantos de sirena de equipos como el Tottenham.
En el conjunto londinense se encontraría con un José Mourinho que ya intentó su fichaje cuando era el entrenador del Manchester United. Pero parece que volver a los spurs, equipo donde se convirtió en un futbolista de élite mundial, no entra en los planes del galés, quien incluso ha sido colocado en la órbita del Inter Miami de David Beckham.
Primera espada en Newcastle
La opción de ir a la MLS es una oportunidad que por el momento no seduce al propio futbolista. Al menos en un futuro inmediato. Cruzar el charco es una vía que están tomando cada vez más jugadores cuando se acerca el final de su carrera e incluso el propio Bale se refirió a ella hace tan solo unas semanas.
"Me gusta. Es una liga que esta subiendo estos años y continúa con su crecimiento y sus mejoras, los jugadores, los estadios, las instalaciones... Muchos jugadores quieren ir a América en estos momentos, definitivamente es algo que me interesaría, me encanta ir a Los Ángeles de vacaciones. Juego mucho al golf allí", comentó el '11'.
Como variable para el futuro, más cercana está la opción de volver a la Premier League de la mano del Newcastle. Las urracas están muy cerca de confirmar el cambio de dueño. Será así como los petrodólares entrarán de lleno en el club inglés para construir un proyecto que pueda competir con los grandes de Inglaterra y de Europa.
El príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed Bin Salman, es la cara visible de la adquisición del Fondo de Inversión Público del país de Oriente Próximo. La prensa británica ya habla de una operación que podría cifrarse en unos 60 millones de euros y que ofrecería a Bale ser el primer espada que ya no puede ser en el Real Madrid.
Pasados siete años de su fichaje, el Real Madrid recuperaría casi dos tercios de lo que pagó por él al Tottenham allá por 2013. Un negocio redondo después de lo importante que fue en finales de Copa o Champions y, además, el club blanco se ahorraría una de las fichas más altas del vestuario. Esto ayudaría a los merengues a ajustar las cuentas de cara a la próxima temporada por la crisis del coronavirus.
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