Se cumplen cuatro años de la final de Milán en la que el Real Madrid conquistó su undécima Champions League. Aquella noche, Zinedine Zidane levantó ante el Atlético su primera 'Orejona' como entrenador y Sergio Ramos como capitán blanco. El camero fue uno de los grandes protagonistas de la cita y ha recordado ante los medios oficiales de la UEFA lo vivido en San Siro.
"Zidane nos dijo que había que mantener la calma, que teníamos que tener el control y el dominio del juego, y que poco a poco iban a aparecer las ocasiones. Que estaba orgulloso de nosotros y que esta Champions tenía que volver a ser para nosotros", recuerda sobre aquella noche.
Él fue el autor del 1-0 en el marcador y así habla sobre ello: "Somos un equipo que también conoce sus virtudes y a nivel de estrategia veníamos ensayando hace mucho tiempo cómo hacer daño. Tenemos grandes rematadores de cabeza y sabíamos que eso podía tener su beneficio. En el 1-0 pude tocar levemente con la punta para que al final acabara en gol".
El penalti ante Oblak
Y añadió sobre la tanda de penaltis: "Tirar un penalti a lo Panenka es una ejecución magnífica a la hora de asumir ese riesgo, pero cuando la gente piensa que no lo vas a hacer. Oblak y yo tenemos un pasado en el que nos conocemos bien y no era el momento idóneo para hacerlo. Al final, acabó dentro de la portería, que era lo importante".
Por último, se refirió a sus rivales de aquella noche a los que algunos conocía de la Selección: "Antes del partido no hablé con ninguno de los compañeros del Atlético con los que tengo relación en la selección como Juanfran, Koke o Fernando Torres. Ahí estábamos todos muy concentrados y no había tiempo para hablar porque nos jugábamos mucho. Cuando acabó me fui a saludar a todo el equipo y a darles ánimos, sobre todo a Juanfran. Después de fallar el penalti uno se tiene que hacer más fuerte y superar esas cosas que te tocan vivir en el fútbol. Hay que tener esa deportividad con los compañeros y ayudarnos en ese tipo de momentos", concluyó.