El Nuevo Santiago Bernabéu sigue cogiendo forma a pasos agigantados. La decisión que tomó el Real Madrid de jugar en el Alfredo Di Stefano el final de la temporada en el regreso del fútbol a España tras el paso del coronavirus por el país ha provocado que las obras estén cogiendo un ritmo muy ágil, que se haya recuperado el tiempo perdido durante los días que hubo que parar por la pandemia y que ahora se esté adelantando trabajo que no se podría hacer si La Liga hubiera seguido en marcha.
Una de las imágenes más impactantes que nos está dejando la reforma es el actual estado del césped que ya no existe. La reforma incorporará un sistema por el que no solo el techo del estadio será retráctil, si no que también el tapete se podrá guardar bajo tierra para facilitar la celebración de otros eventos sobre el terreno de juego del Santiago Bernabéu.
Las obras para poder llevar a cabo esta cuestión ya están en marcha y durante el verano se irán viendo nuevos detalles sobre este innovador sistema que utiliza, por ejemplo, el Pierre-Mauroy de Lille que ya se ha podido ver cómo guarda su césped para convertirse en una pista de baloncesto o de tenis.
Además, el estado actual de las nuevas torres que rodearán al Santiago Bernabéu siguen aumentando su altura, mientras que las viejas siguen su proceso de derrumbe a la par que estas crecen. En breve parece que podremos ver cómo prácticamente habrán desaparecido las anteriores tal y cómo ya no hay presencia de la cubierta que tenía el estadio hasta el inicio de las obras.
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