El Real Madrid se entrenó este sábado en el estadio Alfredo Di Stéfano de su ciudad deportiva, donde el próximo domingo reanudará la liga frente al Eibar. Zinedine Zidane programó una sesión a la misma hora a la que comenzará ese encuentro, las 19:30, y los jugadores del equipo blanco saltaron al césped con las equipaciones de competición y disputaron un partido.
Fue un ensayo general tras casi tres meses sin jugar un encuentro oficial, desde la derrota por 2-1 frente al Real Betis del 8 de marzo, de cara a la vuelta de la competición, en la que el equipo blanco tratará de recortar los dos puntos que le separan del líder, el Barcelona, para hacerse con su 34ª Liga de la historia.
Pero hubo una ausencia destacada más allá de la Luka Jovic, que sigue recuperándose de su lesión en el gimnasio: la de Gareth Bale. El galés no fue visto en el partidillo y la razón está en una pequeña sobrecarga. Zidane y el staff técnico no quisieron arriesgarse a que los problemas musculares fueran a más a solo una semana de volver a jugar en La Liga.
Asensio, la nota positiva
Uno de los futbolistas a los que ha beneficiado el parón por el coronavirus ha sido Marco Asensio, ya recuperado de la grave lesión en el ligamento cruzado anterior y el menisco externo de la rodilla izquierda que sufrió durante un amistoso de pretemporada frente al Arsenal. Jugó el encuentro de entrenamiento de esta tarde, más de 10 meses después.
El Madrid cerró así la cuarta semana de trabajo tras el parón, ya que Zidane dio descanso a sus futbolistas este domingo, y el lunes volverán a entrenarse en semana de partido después de casi tres meses sin competir.
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