Todos los árbitros de las radios que estaban comentando el Espanyol - Real Madrid en directo estaban de acuerdo: fue penalti. El conjunto de Zinedine Zidane se adelantaría en el marcador un minuto después, pero Mateu Lahoz dejó de pitar esta acción en el área perica en la que Diego López barrió a Karim Benzema después de una genialidad del delantero blanco.
El portero no entra en contacto con el balón, enreda al delantero del Real Madrid y le hace caer en el área mientras la pelota sale rechazada al área, donde después Hazard está a punto de marcar y solo lo evita la recuperación de Diego López. Una nueva acción en la que la moneda arbitral no cae del lado del Real Madrid, pero es que Mateu no acudió ni al monitor del VAR para revisarlo.
Benzema se quedó tumbado sobre el césped protestando la acción mientras el balón se iba a córner, una jugada que terminaría el mismo jugador francés haciendo una genialidad para que marcase Casemiro. La revisión de Mateu en conversación con la Sala VOR no duró más de un minuto y la acción quedó impune a pesar de la evidencia de la carga que evita que Benzema pueda girarse.
Estaba el partido atascado en el RCDE Stadium. No encontraba el cuadro de Zinedine Zidane soluciones. Pero apareció el genio y el ingenio del delantero galo para inventar un taconazo. El balón pasó entre las piernas de su marcador, el colombiano Bernardo Espinosa, y fue a parar a Casemiro, que hizo bueno el gesto técnico de su compañero para marcar el tanto que a la postre significó la victoria madridista.
Aprovechado el 'regalo'
El empate del Barcelona el sábado en Balaídos era un 'regalo' que no podía desaprovechar el Real Madrid para mantener la iniciativa en el pulso por el título y para incluso situarse con dos puntos de ventaja.
No fue un triunfo sencillo, ni mucho menos, ante un Espanyol en situación dramática que además estrenaba entrenador con Francisco Rufete. No se lo puso fácil a un Real Madrid que no brilló, pero que encontró la solución en esa acción de Benzema, aunque le faltó rematar el partido para evitar algún susto de última hora.
Fue el quinto triunfo seguido del conjunto de Zidane en esta reanudación de La Liga tras el parón por el coronavirus, algo que no conseguía en el torneo doméstico desde enero-febrero. Tratará de refrendarlo esta semana con los duros partidos ante el Getafe y el Athletic, aunque el Barcelona tiene también compromisos de enjundia ante el Atlético de Madrid y el Villarreal.
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