El sprint del Real Madrid por La Liga: el título se decide en 14 días

El Real Madrid ya ha comenzado la cuenta atrás por La Liga. Con una ventaja de cuatro puntos y todo de cara los blancos aspiran a su título número 34 en una carrera que le llevará las dos próximas semanas a afrontar cinco partidos, un sprint inaudito que solo confirmará el gran trabajo en este final de temporada excepcional si el 19 de julio la plantilla levanta el título en Butarque.

La remontada blanca ha llevado a levantar esa diferencia de dos puntos con la que comenzó el Barça este reinicio de la temporada y a ampliar la distancia a cuatro. Los de Zinedine Zidane no conocen lo que es la derrota ni el empate desde que se dio de nuevo el pistoletazo de salida, una circunstancia que ha marcado el devenir de la competición y que demuestra el gran trabajo del francés.

La convicción de este grupo a la hora de motivarse para conseguir esta Liga del coronavirus ha sido más fuerte que la de ningún otro equipo y ha marcado la diferencia con un Barça inmerso en una crisis institucional que ha provocado dudas hasta en la continuidad de Leo Messi. Con todo esto, los blancos afrontan la primera de las cinco estaciones este domingo en Bilbao ante el Athletic, a priori, la última gran salida en esta edición del campeonato nacional.

La polémica de los horarios

No suele ser lo normal jugar cinco partidos de Liga en 14 días. De hecho, resulta llamativo que el Real Madrid juegue este domingo a las 14:00 horas con tan solo 60 horas después de que empezara su encuentro contra el Getafe en el Di Stefano. Sobre todo teniendo en cuenta que luego no vuelve a jugar hasta el viernes 10 de julio a las 22:00 horas.

Los jugadores del Real Madrid en un entreno

Los blancos han venido acumulando menos descanso que sus rivales de forma regular desde que se reinició la temporada. Hasta 95 horas menos de descanso ha tenido en total la plantilla blanca con respecto a sus rivales. Solo hubo dos jornadas en las que tuvo un día de ventaja para preparar el partido. Aún así ha hecho de este problema una virtud para conseguir más ritmo de competición e imponer su autoridad en las últimas semanas.

Ni el cambio de estadio, con la mudanza al Alfredo Di Stefano ha conseguido alterar el fútbol de Zidane. También han aprovechado esta cuestión fuera de lo normal para crear en el feudo blanco un muro imposible de derrumbar. En Valdebebas, Courtois solo ha tenido que recoger un balón del fondo de las mallas. Aunque es cierto que este rendimiento defensivo también se ha replicado fuera de casa ya que solo la Real Sociedad ha sido capaz de perforar la portería blanca.

Ni los problemas físicos

Una de las grandes incertidumbres en este reinicio de la competición era superar el intenso mes sin que los jugadores tuvieran inconvenientes en forma de lesión. Prácticamente ningún equipo se ha librado de estos problemas físicos ante la alta carga de partidos, pero al Real Madrid no le ha cambiado su hoja de ruta.

Eden Hazard, atendido por los servicios médicos del Real Madrid REUTERS

Luka Jovic marcaba el reinicio de La Liga con su lesión entrenando en casa y, junto a Mariano, con problemas en un pie, dejaban a Karim Benzema como el único punta disponible. Nacho Fernández y Lucas Vázquez también entorpecieron la marcha de los de Zidane con sendas lesiones que aún no les han permitido regresar al campo, aunque sí a la convocatoria. Isco también hizo sonar las alarmas con un problema que finalmente resultó menor de lo que parecía en un principio y también está ayudando al equipo en el final de la temporada.

El técnico francés también ha sabido solventar esta maratón a pesar de la caza contra Eden Hazard. El belga, operado de uno de sus tobillos esta temporada, ha visto como en cada encuentro sus rivales marcaban territorio golpeándole siempre en esa zona afectada. Zidane tuvo que darle un descanso ante el Getafe por culpa de esta cuestión y ha vuelto a quedarse fuera de la convocatoria para este domingo. La pobre temporada del extremo no tiene otra razón más que estos problemas físicos y, aún así, el entrenador ha creado una plantilla capaz de responder a la exigencia de una competición excepcional.

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